Los Ángeles - Los bomberos y servicios de emergencia no han logrado controlar los devastadores incendios del norte de California que han dejado al menos 24 muertos y que se han extendido en las últimas horas hasta arrasar cerca de 69.000 hectáreas. Los últimos datos facilitados por el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California apuntan a la existencia de 22 focos que avanzan principalmente por los condados de Sonoma y Napa, dos zonas ampliamente conocidas en todo el mundo por ser un territorio de viñedos que producen un vino de gran calidad. El incendio más grande de todos los que están ardiendo en el norte de California es el de Atlas, que en los condados de Napa y Solano ha calcinado más de 17.000 hectáreas y que sólo ha sido controlado en un 3%.

También supone una importante amenaza el fuego de Tubbs, que en los condados de Sonoma y Napa ha arrasado hasta el momento más de 11.000 hectáreas y que ha ocasionado al menos la muerte de once personas, lo que por sí solo convierte a este incendio en el sexto más trágico de la historia de California, según las autoridades.

En total, el fuego ha destruido al menos 3.500 edificios, incluyendo estructuras de todo tipo desde viviendas a comercios.

La dispersión y variedad de los incendios activos en el norte de California dificulta el cálculo de evacuados y afectados por los fuegos, pero según Los Ángeles Times, que cita estimaciones oficiales, al menos 50.000 personas continúan desplazadas por la amenaza de las llamas.

Servicios de emergencias locales, estatales y federales trabajan de la mano en las labores de extinción después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobara el martes la declaración de desastre en California. Las imágenes de las televisiones locales muestran zonas completamente destruidas por el paso de las llamas, que han dejado barrios enteros calcinados y edificios y vehículos reducidos a cenizas. En una rueda de prensa, el alguacil del condado de Sonoma, Robert Giordano, mostró ayer su preocupación ante las previsiones meteorológicas que apuntan que los vientos aumentarían su velocidad, lo que podría dificultar los esfuerzos de los bomberos por sofocar las llamas.

Más de 550 desaparecidos El oficial aseguró también que su prioridad es continuar con las evacuaciones de los residentes afectados: “Este es todavía un suceso muy serio y la seguridad de la vida (de las personas) es lo que importa ahora”, dijo. Giordano señaló además que habían recibido informaciones 900 personas desaparecidas, de las cuales 437 han sido ya localizadas sanas y salvas.. Las autoridades confían en aumentar el número de personas halladas a salvo al incluir los que han sido evacuados recientemente y los que no han informado a sus familiares y amigos de que se encuentran bien.

Los incendios del norte de California comenzaron, por causas que aún se desconocen, el domingo por la noche sobre las 22.00 hora local (06.00 GMT del lunes) y se expandieron con rapidez desde el condado de Napa.

Octubre es tradicionalmente en California un mes de alto riesgo de incendios por los conocidos popularmente como “vientos del diablo”, unas ráfagas de aire que, junto a las altas temperaturas y la sequedad de la maleza tras el verano, favorecen la propagación del fuego. En un incidente al margen de los fuegos del norte de California, el incendio Canyon 2, que se declaró en el condado de Orange a unos 75 kilómetros al sureste de Los Ángeles, ha arrasado más de 3.000 hectáreas desde el lunes, aunque los bomberos aseguraron que se encontraba controlado al 45 %.

efectos del huracán Mientras, más del 80 % de los clientes de la compañía energética estatal de Puerto Rico permanece sin electricidad camino de que se cumpla un mes del paso del huracán María, lo que dificulta la apertura de los comercios y es freno para la actividad económica. La presidenta de la patronal Cámara de Comercio de Puerto Rico, Alicia Lamboy, dijo ayer que aunque es pronto para saber el impacto del ciclón para la economía local el temor es que algunas empresas no logren superar el golpe y tengan que cerrar sus puertas de forma definitiva. “Hay una preocupación por la falta de energía y también una limitación del diesel disponible”, subrayó la presidenta de la patronal, para quien las empresas, además de todos los problemas que enfrentan, deben incurrir ahora en unos gastos de combustible -para operar plantas de generación de electricidad por diesel- que afectan sus cuentas de resultado. La situación es si cabe más preocupante entre las pequeñas y medianas empresas (pymes), ya que como dijo el presidente del Centro Unido de Detallistas, Nelson Ramírez, para esas compañías el panorama “no es alentador”.

El presidente de la patronal de las pymes de Puerto Rico recordó que cerca del 35 % de las pequeñas y medianas empresas locales no tienen plantas de generación eléctrica por diesel, por lo que están condenadas a permanecer cerradas hasta que se recupere el servicio eléctrico, lo que en algunas partes de la isla puede demorarse meses.