Bagdad - Un tribunal iraquí emitió ayer una orden de arresto contra el presidente y los miembros del Alto Comité para el Referéndum de independencia de la región autónoma del Kurdistán iraquí, que se celebró el pasado 25 de septiembre a pesar del rechazo de Bagdad y del Tribunal Supremo de Irak.
El portavoz del Consejo Supremo de Justicia, el juez Abdelsatar Birqadar, explicó en un comunicado que “la orden fue emitida en respuesta a una denuncia presentada por el Consejo de Seguridad Nacional, tras la celebración de la cita electoral haciendo caso omiso de una orden (de suspensión) del Tribunal Supremo”. Birqadar agregó que la decisión se tomó de acuerdo al artículo 329 de la Ley de sanciones.
Esta orden se produce un día después de que el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, asegurase que no debatiría con nadie sobre el referéndum celebrado en el Kurdistán iraquí ni dialogará, a no ser que se suspenda. En una rueda de prensa en Bagdad, el gobernante iraquí agregó que que no se puede estar “con los brazos cruzados ante los intentos de deshacer la unidad del país, porque esto conducirá a más problemas”, en alusión a la consulta de autodeterminación del 25 de septiembre.
Por su parte, el comité electoral kurdo consideró que esa orden de arresto representa “una decisión política, sin importancia sobre el terreno”, según afirmó en un comunicado el presidente del organismo, Handren Mohamed.
Precisó que “esta decisión es la misma que otras del consejo de liderazgo de la revolución en la época del (exgobernante) Partido al Baaz, que ya se acabó”, y reiteró: “No tiene ninguna importancia para nosotros”.
Países contra el plebiscito Este plebiscito ha sido rechazado por la comunidad internacional y tanto Bagdad como los países vecinos -Irán y Turquía- han tomado severas medidas contra la región, que goza de una autonomía desde la Constitución de 2005, en la que Irak es definido como un Estado federal.
La medida más polémica hasta el momento ha sido la suspensión de los vuelos internacionales con origen o destino en los aeropuertos kurdos de Erbil, capital regional, y Suleimaniya. Hace tres días, el presidente kurdo, Masud Barzani, se reunió con el jefe del Parlamento iraquí, Salim al Yaburi, en la ciudad de Saladino (al norte de Erbil), donde hicieron un llamamiento para “calmar la situación política” y recurrir al “diálogo con una agenda abierta”.
El Consejo de Seguridad de la región autónoma del Kurdistán iraquí aseguró ayer que habían recibido avisos de que las fuerzas iraquíes conjuntas están preparando un “gran ataque” en el sur y oeste de la disputada ciudad de Kirkuk (noreste), ocupada por las tropas kurdas peshmergas.
En un tuit, este organismo del Gobierno kurdo adujo que han recibido “mensajes peligrosos (de que) las fuerzas iraquíes, las milicias (chiíes) Multitud Popular y la Policía Federal están preparando un gran ataque en el sur y oeste de Kirkuk y en el norte de Mosul, en el Kurdistán”. Hasta ahora, el Gobierno de Bagdad no ha reaccionado ante este mensaje, que se produce en un contexto en el que Bagdad y Erbil -capital del Kurdistán- mantienen tensas relaciones tras la celebración del referendo de independencia, el pasado 25 de septiembre, en las regiones del Kurdistán y los territorios disputados.
Esas zonas, entre las que está la ciudad de Kirkuk y alrededores, así como Diyala, Saladino y zonas de la provincia de Nínive, están ocupadas por las tropas kurdas desde que expulsasen al grupo yihadista Estado Islámico (EI) del territorio en 2014, aunque administrativamente pertenecen a Bagdad.
y en el fondo, petróleo Kirkuk, ciudad rica en petróleo, es el principal centro de las tensiones entre ambos Gobiernos, y por el momento, Bagdad ha anunciado su intención de administrar la extracción de crudo de los pozos de Kirkuk.
Por otro lado, el Ejército iraquí arrebató ayer por completo al grupo terrorista Estado Islámico (EI) la comarca de Al Hauiya, situada en el noreste, y donde los yihadistas todavía controlaban algunas zonas después de que el pasado día 5 perdieran la principal ciudad de la región.
Con estos logros sobre el terreno, las tropas han conseguido recuperar el último territorio que los extremistas controlaban en el noreste del país, informó hoy la oficina de información militar en un comunicado de la Comandancia de Operaciones Conjuntas.
Al Hauiya, situada en el oeste de la provincia de Kirkuk, era uno de los últimos bastiones del EI en el norte de Irak, después de que el grupo radical perdiera el pasado julio su principal feudo, la ciudad de Mosul, y gran parte de los territorios que había ocupado en 2014.
La importancia de esta comarca, donde son mayoritarias las tribus árabes suníes, radica tanto en la presencia de pozos de petróleo, como en su riqueza agrícola y su posición estratégica entre las ciudades de Kirkuk y Tikrit. - Efe