Berlín - La policía y la fiscalía de Constanza pidieron ayer colaboración ciudadana, después de que un desconocido haya amenazado a diversas cadenas de supermercados de todo el país con colocar productos envenenados en sus estanterías si no recibe, al menos, diez millones de euros.

La policía y la fiscalía dieron a conocer este chantaje ante su “extraordinaria relevancia”, pues la amenaza, que puede afectar a Alemania y a otros países europeos e implica un delito muy grave que puede conducir a la muerte, se toma “muy en serio”.

El riesgo se asume como real porque en el correo electrónico en el que anunció su chantaje, recibido por la policía, se avisaba a las autoridades de que ya había colocado botes de comida para bebés envenenados y se daban indicaciones concretas sobre cuántos y dónde. La policía, que se incautó de los productos citados en varias tiendas de la ciudad de Friedrichshafen y los retiró sin hacer pública entonces la amenaza, difundió ayer imágenes del principal sospechoso captadas por las cámaras de seguridad de un supermercado y pidió la colaboración ciudadana para identificarlo y detenerlo cuanto antes.

Se trata de un hombre de unos cincuenta años, de mediana estatura y delgado que en las imágenes lleva gafas y un gorro. Las autoridades, que sitúan detrás de la amenaza a una o varias personas “sin escrúpulos”, pidieron que no cunda el “pánico ni la histeria”, pero sí que a la hora de realizar la compra se preste atención a que los productos no han sido manipulados y que se compruebe al abrir un bote que hace el típico ruido que indica que estaba cerrado al vacío. El producto empleado para contaminar los tarros de comida infantil fue etilenglicol, un compuesto químico incoloro y ligeramente dulce que se utiliza, por ejemplo, como anticongelante. En el mensaje recibido por el presunto extorsionador se amenazaba con envenenar distintos tipos de productos en diversas filiales tanto en Alemania como en el extranjero, y no sólo comida para bebés. - Efe