las elecciones federales alemanas de este año parecen interesar más por lo que pasará después de celebradas que por quien las vaya a ganar; es decir, por el Gobierno que vaya a salir de las urnas.
Y es que si encuestas, análisis y previsiones políticas aciertan (que algunas veces, lo hacen) esta vez, la derrota socialista (SPD) es absolutamente segura y la victoria cristianodemócrata (CDU) sólo admite la duda de si será por mayoría absoluta. En este contexto, el problema político que se plantea es qué coalición gubernamental va a formar la actual canciller - Angela Merkel - para la próxima legislatura. Porque incluso con mayorías absolutas, los partidos de la República Federal Alemana han rehuido casi siempre gobernar en solitario. En primer lugar, por higiene democrática; y en segunda lugar, porque con mayorías amplias la labor del Gobierno resulta más fácil y plausible.
Lo más probable es que tras CDU/CSU y SPD, el tercer puesto se lo disputen este año los liberales (FDP) y los ecologistas (Los Verdes), bastante por delante de las ofertas más radicales de izquierdas y derechas. Por proximidad ideológica así como experiencia histórica, el emparejamiento preferente parece ser el del FDP con CDU/CSU. Y si las urnas desmienten una vez más a las demoscopias y los liberales quedasen con demasiado pocos diputados para formar Gobierno, las alianzas de Los Verdes y CDU/CSU también tienen precedentes. Incluso cabría - aunque muy a contrapelo de la señora Merkel - una llamada “Coalición Jamaica” de verdes, liberales y los partidos cristianos.
Pese a todo - al historial de alianzas, la afinidad ideológica y los angustiosos intentos socialistas de sintonizar sus programas a su electorado -, la coalición que en el fondo quiere la canciller Merkel es la “gran coalición”: el pacto con el SPD, cómo en el Gabinete saliente.
Y ello no por falta de imaginación o por la rutina del “más de lo mismo”, sino porque en la política federal alemana los dúos son tríos y los tríos, cuartetos. Un gabinete con el FDP sería un Gabinete de 3 partidos y un Gobierno con FDP y Los Verdes, de 4 partidos Hay que recordar que CDU y CSU son dos partidos distintos - muy distintos - y que sólo forman una alianza sólida como bloque electoral en los comicios federales. Pero pasada la prueba de fuego der las urnas, la Unión Socialcristiana (CSU) bávara ha defendido siempre con ahínco posturas mucho más conservadoras y nacionalistas que las de la CDU, el FDP y no digamos ya, Los Verdes. Con el agravante de que los planteamientos ideológicos del partido bávaro los lleva irremediablemente a estos a intentar perfilarse electoralmente a costas de liberales y ecologistas? ¡ y viceversa !
En cambio, para la señora Merkel una nueva coalición con los socialistas simplificaría mucho las cosas. No sólo son mucho más similares las visiones de los grandes partidos a la hora de atender grandes problemas nacionales e internacionales, sino que - siempre que se cumplan los pronósticos - el SPD llegaría tan debilitado al Bundestag (Parlamento federal) que los pactos gubernamentales con él costarían mucho menos que con los socios de cualquier otra coalición.