Seúl/Tokio - Corea del Norte volvió ayer a desafiar a la comunidad internacional con el lanzamiento de un nuevo misil que sobrevoló el norte de Japón, días después de que la ONU impusiera unas duras sanciones al régimen de Kim Jong-un por su última prueba nuclear.
El lanzamiento se produjo poco antes de las 06.30 hora norcoreanadesde el aeropuerto de Pyongyang en dirección este, el proyectil sobrevoló la isla japonesa de Hokkaido (norte de Japón) y cayó unos 20 minutos después en aguas del océano Pacífico, a unos 2.000 kilómetros del territorio nipón.
Las autoridades de Seúl y Washington detallaron que el proyectil alcanzó un altitud de 770 kilómetros y voló unos 3.700 kilómetros, por lo que se cree que se trata de un misil de alcance intermedio Hwasong-12.
El proyectil superó así la distancia de los otros dos test anteriores con modelos similares y mostró un alcance suficiente para llegar a la isla de Guam, que alberga importantes bases estadounidenses en la región.
En el norte del archipiélago japonés las sirenas y alarmas de móvil avisaron a los ciudadanos del lanzamiento, aunque las autoridades niponas informaron de que no se había producido ningún percance.
Esta nueva prueba de misiles se produce solo cuatro días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU impusiera de manera unánime una nueva batería de sanciones económicas contra Corea del Norte en respuesta su último ensayo nuclear el pasado 3 de septiembre.
En lugar de achicarse ante las nuevas medidas, el régimen de Kim Jong-un reaccionó amenazando con “redoblar” sus esfuerzos para incrementar su capacidad militar, a través de nuevos pasos en su programa nuclear y de misiles.
La de ayer era la primera prueba de un misil norcoreano desde que el pasado 29 de agosto el ejército lanzara el mismo modelo de proyectil desde la misma localización, y que siguió una trayectoria similar sobre el norte de Japón.
En la víspera del último lanzamiento, Pyongyang amenazó a Tokio con “hundir su territorio” con una bomba nuclear por su “ardiente” apoyo a Estados Unidos en la búsqueda de nueva sanciones, y acusó al país vecino de “no haber entrado en razón” después de que el anterior misil norcoreano sobrevolara sus islas.
unidad frente a la provocación El primer ministro nipón, Shinzo Abe, condenó ayer de manera rotunda la última acción militar norcoreana y pidió al resto de países que “se mantengan unidos contra las provocaciones de Corea del Norte, que amenazan la paz mundial”. “Jamás toleraremos que Corea del Norte pisotee de esta manera la dura y unánime respuesta de la comunidad internacional en favor de la paz”, declaró Abe a los medios.
Desde EEUU, el secretario de Estado de este país, Rex Tillerson, condenó el nuevo lanzamiento e instó a “todas las naciones” a aplicar “nuevas medidas” contra el régimen de Pyongyang. Ambos aliados quisieron mandar un mensaje claro a Rusia y China para que cierren filas con la comunidad internacional, después de que esta semana los dos países usaran su derecho a veto en la ONU para negociar a la baja la dureza de las sanciones contra Corea del Norte. El Consejo de Seguridad de la ONU celebró ayer una nueva reunión a puerta cerrada para analizar la última provocación militar del régimen de Pyongyang.
La vecina Corea del Sur respondió también de manera contundente y su ejército a modo de advertencia disparó casi de manera inmediata dos misiles balísticos desde la zona fronteriza hacía el mar.
Aunque uno de ellos falló, el otro “golpeó con precisión” un objetivo simulado en el Mar de Japón (Mar del Este para las dos Coreas) tras recorrer 250 kilómetros, la misma distancia a la que se encontraba en otra dirección la localidad de Sunan, desde donde Pyongyang lanzó su proyectil. Desde la llegada al poder de Kim Jong-un en 2010, el ejército norcoreano ha intensificado su programa de misiles y solo en lo que va de año ha lanzado 15 proyectiles balísticos, entre ellos dos supuestamente intercontinentales. Además, tras su sexto test nuclear Pyongyang afirmó que ya dispone de una bomba termonuclear que puede cargar en sus misiles intercontinentales con capacidad de alcanzar territorio estadounidense, aunque la mayoría de expertos dudan de que haya logrado dominar esta tecnología.
la paciencia de EEUU Robert Wood, representante de Washington en la Conferencia de Desarme de la ONU, afirmó ayer que la paciencia de Estados Unidos se agota frente a las provocaciones de Corea del Norte y, aunque la estrategia es apurar la vía diplomática, no aceptará que Pyongyang continúe con “sus peligrosas amenazas”. “Se nos está agotando la paciencia. La idea es maximizar las sanciones y, aunque vamos a agotar las opciones diplomáticas, no vamos a permitir que Corea del Norte continúe con sus provocaciones y con sus peligrosas amenazas”, advirtió en una rueda de prensa. Wood dijo que el régimen norcoreano ha puesto a la comunidad internacional en una situación “muy peligrosa” y que todos deberían aceptar y denunciar la “gran amenaza” que representa. “Todas las opciones están sobre la mesa”, afirmó, cuestionado sobre qué hará Washington en caso de que las sanciones no funcionen.
Insistió en que EEUU va a seguir presionando a todos los países del mundo para que implementen “en toda su amplitud” las sanciones ya impuestas, porque los efectos de éstas “aún no se han visto”.
“Vamos a agotar todos y cada uno de los recursos diplomáticos, pero pedimos a todos que hagan lo mismo”, dijo, en referencia a China, que según Wood “desempeña un papel esencial”. Es por ello que una de las prioridades de Estados Unidos durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, que comienza la próxima semana, será el programa nuclear de Corea del Norte y sus repetidas provocaciones.
El programa nuclear norcoreano “será uno de los temas principales de la agenda de Estados Unidos y espero que también esté en la de otros países”, dijo.
La amenaza nuclear norcoreana fue uno de los argumentos de Wood para rechazar, una vez más, el tratado global para prohibir las armas nucleares, que se abrirá a firmar el próximo 20 de septiembre y entrará en vigor 90 días después de que 50 países -de los 122 que lo votaron- lo ratifiquen. “El tratado de prohibición ignora el contexto de seguridad global”, aseguró, y advirtió de que “no ayudará al desarme nuclear, no reducirá ni uno solo arsenal, porque ningún Estado nuclear lo ha firmado, por lo que no tendrá un impacto global”. Denunció, además, que lo único que hará el nuevo pacto es “socavar” el Tratado de No Proliferación Nuclear, “el más exitoso de la historia reciente”, concluyó. - Efe