Miami - El huracán Irma prosiguió ayer su imparable avance hacia el territorio continental de Florida (EEUU), donde sus efectos se sintieron varias horas antes de su llegada en forma de inundaciones, subida del nivel del mar y poderosos vientos de 215 kilómetros por hora, con ráfagas incluso mayores. Hasta ahora han muerto al menos tres personas en Florida a consecuencia de las adversas condiciones climatológicas provocadas por Irma, actualmente un huracán de categoría 4 que ha dejado ya sin electricidad a más de 1,5 millones de hogares en el estado.

Antes de llegar a Florida y con categoría 5, el ciclón causó una treintena de muertes y cuantiosos daños materiales a su paso por el Caribe. Después de haber pasado el sábado por Cuba y de tocar tierra ayer en los Cayos de Florida, Irma avanzó ayer hacia el norte con una velocidad de traslación de 15 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes de EEUU. A media tarde, esa institución informó de que el ojo de Irma debía “moverse en breve sobre los Cayos inferiores para desplazarse luego, esta madrugada sobre la costa oeste de la península floridana”. Se prevé que hoy por la tarde el ojo de Irma se desplace por el norte del estado y suroeste de Georgia, según el CNH.

La situación en el sur de Florida empeoró sustancialmente en las últimas horas, según se apreció en las imágenes de televisión tomadas por los reporteros que desoyeron las órdenes de las autoridades del estado de no mantenerse a la intemperie. Las tres muertes atribuidas hasta ahora a Irma se produjeron en accidentes de tráfico ocurridos por las malas condiciones climáticas, según las autoridades.

Miami, Tampa y Naples, como el resto de ciudades de la zona más meridional del llamado “estado soleado”, parecían ciudades abandonadas por sus habitantes a merced de la fuerza de la naturaleza. Escuelas, comercios, oficinas públicas y privadas, bancos, casas particulares y puertos y aeropuertos estaban totalmente cerrados como en los últimos días.

Caída de una grúa en Miami En Coral Gables, ciudad residencial aledaña a Miami, brillaban por su ausencia personas y vehículos,. Muchas calles de esta zona de exhuberante vegetación estaban bloqueadas por ramas y árboles caídos. La avenida Brickell, el corazón del distrito financiero de Miami, se transformó en un río con un nivel de hasta 60 centímetros de alto en algunas zonas y en Coconut Grove subió el nivel del mar y varios de los yates y otros barcos de recreo fondeados en sus marinas acabaron sobre las aceras. Además, una grúa cayó ayer sobre un edificio en construcción del centro de Miami por los fuertes vientos del huracán Irma, sin que nadie resultase herido, lo que presenció uno de los empleados del Servicio Meteorológico Nacional, que grabó el momento de la caída.

Los pocos residentes que no atendieron las ordenes de evacuación dictadas por la gobernación del estado, que abarcan a 6,3 millones de personas, están encerradas en sus casas aguantando el embate de Irma.

En los refugios habilitados en escuelas, polideportivos y otras instalaciones hay decenas de miles de personas y una cantidad aún mayor huyó hacia el norte, después de una semana de mensajes cada vez mas alarmistas sobre el peligro que corrían si se quedaban. El ingreso de la avanzadilla de Irma sobre territorio continental de Florida trajo de inmediato cortes de electricidad en el sur del estado.

Unos 1,5 millones de hogares están sin electricidad, lo que equivale al 15% del total de clientes de las compañías eléctricas, según la Oficina de Gestión de Desastres de Florida. Sin embargo, la Florida Power & Light Company (FPL), una de las principales proveedoras, cifró en cerca de dos millones los hogares que han perdido la electricidad a causa del huracán Irma.

El portavoz de la empresa, Rob Gould, indicó ayer que 320.000 de esos clientes ya han recuperado el servicio pero advirtió de que “el camino va a ser largo” y de que los efectos de Irma se sentirán en todo el estado. Duke Energy Florida advirtió de que más de un millón de sus 1,8 millones de clientes sufrirán cortes de suministro eléctrico debido al huracán. Aunque se vaticina su “debilitamiento”, Irma va a seguir siendo un “poderoso huracán mientras se mueve cerca o sobre la costa oeste de Florida”, con riesgos de marejada ciclónica, tornados e inundaciones, advirtió el CNH.

Por su parte, el alcalde de Tampa, Bob Buckhorn, decretó desde esta pasada medianoche el toque de queda hasta que pase Irma. “Sabemos que somos la zona cero de este huracán”, indicó el alcalde en un mensaje a la población. “Hemos evitado esto por 90 años, pero nos ha llegado la hora de prepararnos”, subrayó Buckhorn. “Esa es nuestra peor pesadilla”, Buckhorn. “Estamos a punto de tener nuestra propia versión de lo que es el infierno”. - Efe