Ginebra - La ONU elevó ayer a 5.200 el número de rohinyás, una minoría musulmana de Birmania, que han huido a Bangladesh a causa de la reanudación de la violencia armada en el estado de Rakái, y pidió a este país que mantenga sus fronteras abiertas para ellos.

La nueva ola de violencia que afecta a los rohinyás ha causado más de un centenar de muertos desde el pasado día 24, aunque distintas fuentes indican que el número de fallecidos es mucho más elevado. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo que la inseguridad hace que el acceso a los civiles sea muy difícil, por lo cual no puede estimar de manera fiable el número de víctimas, ni de los nuevos desplazados.

“Vemos informaciones muy amplias y diferentes sobre las víctimas, pero hay restricciones para el acceso, tenemos poco personal allí y nos preocupa su seguridad, así que no podemos pronunciarnos sobre esto”, comentó el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards.

El conflicto se reactivó debido a que el llamado Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) lanzó una serie de ataques contra puestos policiales y militares en Rakáin (oeste de Birmania) y las fuerzas armadas recibieron orden de responder a esos actos.

Petición de la ONU Sobre la actitud de Bangladesh, que ha empezado a impedir la entrada de nuevos refugiados, el organismo de la ONU afirmó que esto pone sus vidas en grave riesgo, y que está listo para asistir a las autoridades en los esfuerzos por cubrir sus necesidades más básicas. Bangladesh ha recibido a esta minoría por décadas “y esperamos que lo siga haciendo, por lo cual pedimos claramente que mantenga su frontera abierta para permitir que (los rohinyás) estén seguros”, comentó el portavoz. Muchos de los que han conseguido cruzar la frontera se encuentran en “zonas acordonadas” muy próximas y la mayoría de ellos son mujeres, niños y ancianos, además de heridos.

Por ahora, la ONU y entidades civiles locales están aportándoles alimentos, agua y material médico, pero se teme que estos recursos se agoten rápidamente porque se anticipa que muchos más pueden llegar en los próximos días.

El ACNUR consideró que otros países deben igualmente respaldar los esfuerzos de Bangladesh para ayudar a los rohinyás.

Al Gobierno de Birmania, la ONU le pidió que tome todas las medidas necesarias para facilitar la ayuda humanitaria y garantizar la seguridad del personal. - Efe