beirut - La comandancia del Ejército libanés anunció ayer un alto el fuego en su ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en las zonas montañosas de Ras Baalbeck y Qaa (Noreste), limítrofes con Siria. Ambos ejércitos, el libanés y el sirio, junto con el partido-milicia chií Hizbulá, realizaron el anuncio en medios libaneses.
En su comunicado, recogido por la agencia estatal libanesa de noticias, NNA, el Ejército libanés señaló que el alto el fuego tiene como objetivo permitir negociaciones sobre el paradero de nueve soldados libaneses secuestrados por el grupo yihadista en 2014. Asimismo, detalló que el mismo entró en vigor a las 7.00 (hora local), sin mencionar la posibilidad de que el alto el fuego sea aplicado igualmente al otro lado de la frontera por parte del Ejército de Siria.
Poco después, la cadena de televisión Al Manar -vinculada con Hizbulá- publicó que tanto las fuerzas armadas sirias como el partido-milicia pusieron fin a su ofensiva contra el EI en la zona de Qalamun, ubicada cerca de la frontera con Líbano.
Fuentes de seguridad libanesas citadas por la agencia británica de noticias Reuters desvelaron que el Ejército del país había iniciado negociaciones a través de mediación con el EI, para determinar el paradero de los soldados desaparecidos. Estas mismas fuentes señalaron que miembros de Hizbolá llegaron a una zona de Qalamun para intentar determinar si los militares fueron ejecutados y enterrados allí.
El Ejército libanés ha estado luchando contra los milicianos del EI cerca de la ciudad de Ras Baalbeck. El ataque comenzó la semana pasada, coincidiendo con una ofensiva que Hizbolá y el Ejército sirio lanzaron contra la organización yihadista en Qalamun. Miembros del EI y del frente Fatá al Sham -antiguo Al Nusra- se encuentran desplegados en la montañosa frontera entre Líbano y Siria, y han utilizado el terreno para lanzar ataques contra las fuerzas de seguridad libanesas. En su principal ofensiva, en 2014, miembros del EI y de Al Nusra irrumpieron en la localidad libanesa de Arsal, capturando a decenas de soldados y policías libaneses. Posteriormente decapitaron y fusilaron a varios de ellos, antes de liberar al resto en diciembre de 2015.
dar tiempo Una fuente militar dijo a Efe este sábado que las tropas no habían dado comienzo al “asalto final” en Ras Baalbeck y Qaa, donde se cree que permanecen unos 200 combatientes, para dar tiempo a las negociaciones entre Hizbulá y el EI.
El líder de Hizbulá, el jeque Hasan Nasralá, reveló el pasado jueves que el grupo chií estaba en contacto con los mandos del EI en el lado sirio de la frontera para negociar una salida de los yihadistas del Líbano.
La calma se instaló ayer en los montes de Qalamun Occidental, región siria fronteriza con Líbano, tras el inicio de la tregua entre Hizbulá y el Ejército sirio, por una parte, y el EI por otra, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Según el Observatorio, el acuerdo estipula que los yihadistas entreguen a Hizbulá prisioneros y cadáveres de sus milicianos, mientras que, por el otro lado, se permite al EI trasladar a sus combatientes y sus familias a la provincia de Deir al Zur (noreste).
El Ejército sirio confirmó que ha aceptado los términos del acuerdo para evacuar los miembros del EI hacia el este del país. Según una fuente militar citada por la agencia oficial, Sana, el Ejército aceptó “para parar el derramamiento de sangre” y “después de los éxitos realizados por las Fuerzas Armadas en colaboración con” Hizbulá en Qalamun.
El pacto fue negociado en el marco de la ofensiva del ejército libanés contra el EI en las regiones libanesas de Ras Baalbeck y Al Qaa, en el noreste del país y limítrofes con Siria, que comenzó hace una semana.
restos mortales Coincide que los restos mortales de seis soldados libaneses, que se cree que son parte de los nueve secuestrados por el EI en 2014, fueron encontrados ayer en el territorio que ha estado en manos de los yihadistas desde entonces en el noreste del Líbano.
El jefe de la Seguridad Nacional libanesa, general Abas Ibrahim, anunció ayer el hallazgo de seis cadáveres, que fueron exhumados por fuerzas del Ejército y de Seguridad, que lanzaron la semana pasada una ofensiva contra el EI en esa zona. Ibrahim ofreció una rueda de prensa en el centro de Beirut, donde los familiares de los secuestrados mantienen una sentada simbólica desde 2014, y señaló que “aún no hay pruebas de que los cadáveres son de los militares”.
Para ello, se les hará un análisis de ADN y habrá que esperar los resultados, hasta tres semanas, pero el jefe de la Seguridad aseguró que en unas horas se dispondrá de una “idea más clara” sobre sus identidades. - Europa Press/DNA