Miami - El huracán Harvey, que ayer se degradó ya por la tarde a tormental tropical, se desplazaba a primera hora con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora sobre Texas, que continuó sufriendo lluvias torrenciales y fuertes vientos, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos. En su boletín de las 15.00 GMT, el centro meteorológico confirmó el debilitamiento del huracán.
Harvey prosigue disminuyendo su velocidad de traslación, lo que aumenta su capacidad de destruir zonas a su paso. El peligro por tanto siguió ayer acechando sobre Texas, bajo riesgo de “inundaciones catastróficas” que suponen “riesgo mortal” y las autoridades de localidades como Port Lavaca, donde se registraban vientos de 72 kilómetros por hora, urgieron a sus habitantes a mantenerse en sus residencias y refugios. Harvey, el huracán más poderoso que llega a Estados Unidos desde el Katrina hace doce años, tocó tierra en la localidad de Rockport, con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora. El alcalde de esta ciudad aseguró ayer que el ciclón ha dejado una “devastación generalizada” en su ciudad, donde algunos edificios han sido completamente destruidos. En declaraciones a The Weather Channel, el alcalde, Charles C.J. Wax, señaló que “algunas casas, escuelas y negocios fueron fuertemente dañados o incluso completamente destruidos” en esta ciudad, de casi 9.000 habitantes.
Muchas localidades afectadas por el paso de este ciclón amanecieron ayer con árboles caídos, tejados arrancados, botes volteados y escombros en las calles, mientras el Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT) informó de que cerca de 300.000 personas se quedaron sin electricidad.
Se espera que Harvey produzca hasta el jueves acumulaciones de lluvia de hasta 76 centímetros, aunque en algunas zonas costeras podrían alcanzar los 101 centímetros. A esto hay que sumar la marejada ciclónica que trae consigo, que junto a la marea podría suponer un aumento del nivel del mar de hasta 3,6 metros en la zona de la costa situada entre las localidades de Port Aransas y Port O’Connor. - Efe