Helsinki - El yihadista marroquí de 18 años detenido tras el apuñalamiento masivo del jueves en Turku, en el suroeste de Finlandia, es un solicitante de asilo que llegó al país nórdico en 2016, siendo menor de edad, y cuyos principales objetivos fueron mujeres, informó ayer la Policía finesa. Estas son las conclusiones a las que han llegado, por el momento, las fuerzas de seguridad finlandesas, cuando las investigaciones se encuentran todavía en su fase inicial. El agresor, que continúa ingresado en cuidados intensivos tras recibir un disparo en la pierna, atacó a los viandantes en pleno centro de la ciudad de forma aleatoria con un cuchillo de grandes dimensiones, aunque la Policía sospecha que eligió preferentemente a víctimas femeninas.

“Creemos que las víctimas fueron elegidas al azar, pero su objetivo primordial fueron mujeres. De las diez víctimas, ocho son mujeres y los únicos dos hombres heridos fueron atacados por intentar ayudar a las mujeres o detener al agresor”, dijo en rueda de prensa la portavoz policial Krista Granroth.

Las dos víctimas mortales son una mujer de 67 años y una adolescente de 15, explicó la Policía, una de las cuales falleció de inmediato y la otra en el hospital. Dos de los ocho heridos continúan ingresados en cuidados intensivos, aunque no se teme por su vida, mientras que el resto sufre heridas menos graves y algunos han sido ya dados de alta. Entre los heridos hay una persona de nacionalidad sueca, una italiana y un británico, que en un primer momento dijo ser sueco, acuchillado cuando socorría a una de las víctimas mortales. De momento, las autoridades ignoran si el terrorista es un llamado “lobo solitario” o si, por el contrario, forma parte de una célula extremista formada en Finlandia.

Las fuerzas de seguridad arrestaron la noche del viernes en un piso de Turku a otros cuatro ciudadanos marroquíes que estuvieron en contacto con el agresor y actualmente investigan su posible implicación en el ataque. Según fuentes policiales, ni el agresor ni los cuatro sospechosos estaban sujetos a ningún tipo de vigilancia, ya que no se les consideraba peligrosos.

Asimismo, la Policía finlandesa investiga, en cooperación con Interpol, si el suceso tiene algún tipo de conexión con los atentados de Barcelona y Cambrils, que también fueron perpetrados por ciudadanos de origen marroquí.

Ingresado en el hospital La Policía explicó que la investigación avanza despacio porque el joven yihadista se ha negado a contestar a sus preguntas en el hospital y está a la espera de poder interrogarle para obtener más información.

Tras enterarse de que el ataque tuvo motivos terroristas, el primer ministro finlandés, Juha Sipilä, convocó a su gabinete para conocer de primera mano todos los detalles de la investigación policial y analizar la situación. “Ahora debemos mantenernos unidos, al odio no se le contesta con odio”, escribió Sipilä.

El suceso ha conmocionado al tranquilo país nórdico y el Gobierno finlandés decretó ayer jornada de duelo, por lo que las banderas ondean a media asta en todos los edificios de las principales ciudades.

Finlandia elevó en junio el nivel de alerta desde “bajo” a “elevado”, el segundo de un máximo de cuatro. Las autoridades se plantearan aumentar de nuevo el nivel de alerta, aunque finalmente decidieron mantenerlo en “elevado”. No obstante, se ha aumentado la presencia policial en las calles y la vigilancia de las principales redes de transporte, incluidos aeropuertos, puertos y estaciones de ferrocarril y autobús.

Por su parte, la canciller Angela Merkel expresó su solidaridad y subrayó que “no debemos renunciar a nuestra manera de vivir y no debemos dejar amedrentarnos. Tenemos que hacer frente con decisión a los terroristas”, dijo la canciller.