Seúl - La tensión continuó ayer en torno a Corea del Norte, que anunció que unos 3,5 millones de ciudadanos se han alistado de manera voluntaria para luchar contra Estados Unidos, mientras Pekín pidió a Washington “contención” para evitar un conflicto.
El régimen de Kim Jong-un utilizó un día más los medios estatales para lanzar el mensaje de que Corea del Norte no se achica ante el tono beligerante de EEUU, cuyo presidente, Donald Trump, volvió el viernes a asegurar que su país está “listo para el combate” con Pyongyang.
El diario Rodong Sinmun desveló ayer que 3.475.000 estudiantes, jóvenes trabajadores y soldados retirados han pedido unirse a las fuerzas armadas en los tres días posteriores al 7 de agosto, cuando el régimen anunció duras represalias por las nuevas sanciones de la ONU. “Todo el mundo se está levantando por todo el país para tomar miles de veces represalias contra EEUU”, relató el periódico del Partido de los Trabajadores, que enumeró los alistamientos por días y provincias.
Corea del Norte tiene una población de unos 25 millones de habitantes y cuenta con un ejército de entre 700.000 y 1,3 millones de miembros, según los expertos.
parís y londres presionan El ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, acusó ayer al líder norcoreano, Kim Jong-un, de provocar la escalada de la tensión con Estados Unidos y le exigió que ponga fin a las “acciones agresivas”.
En una cadena de mensajes colgados en Twitter, Johnson aseguró que el Reino Unido está trabajando con Washington y “nuestros aliados en la región” para solucionar este conflicto “por la vía diplomática”. “El régimen de Corea del Norte es el causante de este problema y es el que debe arreglarlo”, escribió el jefe de la diplomacia británica.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, hizo también un llamamiento a la “responsabilidad de todos” y a evitar una escalada de la tensión en Corea del Norte, que en su opinión constituye una amenaza. “La comunidad internacional debe actuar de forma concertada, firme y eficaz, como lo acaba de hacer el Consejo de Seguridad, para que Corea del Norte retome sin condiciones la vía del diálogo”, dijo el Elíseo en un comunicado.
En el caso de Japón, terminó de instalar su sistema antimisiles en varias zonas del oeste de su país, tras la amenaza norcoreana de lanzar cuatro proyectiles hacia la isla de Guam, y que sobrevolarían territorio nipón. El sistema Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3) ja sido desplegado en las prefecturas por donde pasarían los proyectiles.
Por su parte, el gobernador de Guam, Eddie Calvo, alabó ayer la gestión del presidente Donald Trump frente a las amenazas de Pyongyang de un ataque balístico contra la isla. Ambos representantes mantuvieron este sábado una breve conversación telefónica en la que el presidente aseguró que respaldarán “al 1000 por ciento” al gobierno local. - Efe