Levallois Perret (Francia) - El atropello intencionado a un grupo de militares en Levallois Perret, en las afueras de París, colocó ayer de nuevo a las Fuerzas Armadas francesas en el visor de la amenaza terrorista. El destacamento atacado, seis de cuyos miembros fueron heridos, se disponía a comenzar su patrulla poco después de las 08.00 hora local (06.00 GMT) cuando, a la salida de su cuartel, fue arrollado por un vehículo que aceleró en su dirección y se dio a la fuga.

El BMW negro, que había esperado al grupo en un callejón cercano, fue interceptado horas después en la autovía que une la capital con Boulogne-sur-Mer, en el norte del país, en una operación que investiga ahora la identidad del conductor y principal sospechoso.

El hombre, cuyo domicilio en la región parisina está siendo registrado, es según los medios franceses un argelino nacido en 1980 que tenía antecedentes por delitos comunes pero no estaba fichado por radicalización. El sospechoso resultó herido grave en su huida, tras un gesto que hizo temer a los agentes que estuviera armado y les llevó a dispararle para neutralizarle. La Policía Nacional detalló en Twitter que en su búsqueda fueron movilizados 300 policías, uno de los cuales, tal y como apuntó BFM TV, fue herido en el muslo.

Las autoridades calificaron de “deliberada” la agresión, que la sección antiterrorista de la Fiscalía de París investiga por “intento de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública en relación con una empresa terrorista y asociación de malhechores con fines terroristas”. El lugar del ataque, según el alcalde de Levallois Perret, el conservador Patrick Balkany, no fue casual: ese municipio de unos 65.000 habitantes alberga la sede de los servicios secretos y de la subdirección antiterrorista de la policía judicial (SDAT).

Las 70 cámaras que controlan sus calles, y que registraron el atropello, dan a sus residentes una relativa sensación de seguridad por la que les pilló por sorpresa este último incidente, en una zona tranquila junto a una plaza y la alcaldía y sin apenas comercios. “Esto está más vigilado que el Elíseo”, explicó a Efe Ridha Kennou, un vecino de 57 años que oyó las sirenas policiales pero no se planteó que pudiera ser un ataque.

sexto ataque De confirmarse el carácter terrorista de la acción, sería, según el ministro del Interior, Gérard Collomb, la sexta de este tipo contra la llamada operación Sentinelle, el despliegue de 10.000 militares en apoyo de policías y gendarmes en labores de vigilancia antiterrorista lanzado tras los atentados yihadistas de 2015. La anterior se remonta al 18 de marzo, cuando un hombre fue abatido en el aeropuerto parisino de Orly tras intentar arrebatar el arma reglamentaria a una militar y horas después de haber disparado contra una agente en un control de identidad en el norte de la capital francesa.

Más recientemente, aunque no llegó a ejecutar su plan, este pasado sábado fue detenido un joven de 19 años y originario de Mauritania, que intentó entrar armado con un cuchillo en la Torre Eiffel al grito de “Alá es el más grande”.

“La amenaza es elevada y no desaparecerá”, destacó en la Asamblea Nacional el primer ministro, Édouard Philippe, que pese a todo recalcó la intención del Ejecutivo de salir del estado de emergencia el próximo noviembre. El jefe del Gobierno confirmó además que el estado de salud de los militares heridos ayer no presenta gravedad, y se sumó al homenaje que hicieron los diputados a todos los militares movilizados desde la instauración de las medidas de excepción hace dos años y medio.

El partido ultraderechista Frente Nacional (FN), no obstante, aprovechó este último acto para criticar de nuevo el recorte este año en el presupuesto de Defensa y subrayar la importancia de analizar “el gigantesco problema del terrorismo islamista”. A estas críticas se sumó el primer partido de la oposición, el conservador Los Republicanos, que a través de su secretario general adjunto, Eric Ciotti, consideró que “disminuir los medios de policías y militares es un error”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, mostró ayer a través de un mensaje en Twitter su “apoyo” a los seis militares heridos en el atropello. “Apoyo a los militares atacados en el marco de su misión de protección. Los heridos están en las mejores manos”, tuiteó el presidente, antes de felicitar asimismo a las fuerzas del orden que consiguieron capturar al sospechoso de perpetrar el ataque.