Estambul - El mayor juicio hasta la fecha por el fallido golpe de Estado en Turquía del 15 de julio de 2016 comenzó ayer en Ankara, con 486 acusados de asesinato, violación de la Constitución e intento de asesinar al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, entre los que se encontraba el predicador Fetullah Gülen. La primera vista de este macroproceso tuvo lugar en el tribunal del centro penitenciario de Sincan, en Ankara, en unas instalaciones creadas exclusivamente para juzgar a los implicados en la asonada.
Unas cincuenta personas, la mayoría familiares de los 248 ciudadanos que murieron en enfrentamientos la noche de los hechos, se agolparon a las puertas del centro penitenciario para reclamar justicia. “Los mártires no morirán, la nación no será dividida”, coreaban los manifestantes. Algunos de ellos pidiendo incluso la pena de muerte para los acusados. Según el Gobierno turco, al menos 77 de las 248 víctimas mortales de la intentona golpista son responsabilidad de los acusados.
La mayoría de los imputados son militares de alto rango, sospechosos de haber dirigido la asonada desde la base aérea de Akinci, en el noroeste de la capital, y desde donde se habrían enviado las órdenes para bombardear el Parlamento turco y otros edificios estatales la noche del golpe. En las 6.000 páginas del escrito de acusación, la Fiscalía imputa a los inculpados los cargos de asesinato, violación de la Constitución, intento de asesinar al presidente, intento de derrocar al Gobierno, dirigir una organización terrorista armada, ocupar bases militares y privación de libertad.
La acusación mantiene que desde Akinci se dio la orden a los aviones caza F-16 para sobrevolar la capital y bombardear en tres ocasiones. Casi la totalidad de los 486 sospechosos se encuentran en prisión preventiva, mientras que 18 permanecen en libertad condicional a la espera de juicio y 7 son prófugos. Entre los que serán juzgados en ausencia destaca el predicador islamista Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos y a quién Ankara acusa de haber ideado el golpe de Estado.
A Gülen, en el pasado estrecho aliado del islamista y gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP), se le acusa de haber creado un “Estado paralelo” al infiltrar a sus seguidores en puestos claves de la Administración, la Justicia, el Ejército y la Policía. Gülen insiste en negar las acusaciones.
También está en búsqueda y captura el teólogo Adil Öksüz, a quien la Fiscalía acusa de coordinar la acción golpista sobre el terreno. Öksüz fue detenido tras el golpe fallido, pero fue puesto en libertad poco después y se dio a la fuga. El exjefe de las fuerzas aéreas Akin Öztürk, quien supuestamente dirigió las acciones en la base aérea de Akinci, se sienta también en el banquillo.
330 cadenas perpetuas La Fiscalía pide 330 penas de cadena perpetua para los 45 acusados considerados líderes del intento golpista. Se espera que las vistas del juicio se prolonguen hasta el 29 de agosto. Unas 400 organizaciones y militantes de partidos parlamentarios han solicitado dar su testimonio durante el proceso judicial. Entre ellos destaca el propio Erdogan y el jefe del Estado Mayor, Hulusi Akar. Akar es un testigo clave de la noche de la asonada, ya que fue retenido por los golpistas en la base de Akinci durante las primeras horas del intento de golpe de Estado.
Hayati Yazici, diputado del gobernante AKP, declaró ayer delante del tribunal de Sincan que su partido espera que se haga justicia. “Espero que los sospechosos, los autores y golpistas reciban el castigo que se merecen. Este juicio sólo tiene un propósito, que es poner a los injustos en su lugar y asegurar los derechos de los justos”, dijo Yazici. Este es el mayor juicio relacionado con el intento de golpe de Estado, después de que el pasado febrero comenzara un proceso con 330 acusados que aún no ha terminado. - Efe