Berlín - El origen del tiroteo registrado la madrugada del sábado al domingo en una discoteca de Alemania, con dos muertos y cuatro heridos, fue una discusión entre el agresor y el personal del local, informó ayer la Fiscalía de Constanza (sur del país). Fuentes de la fiscalía y del ministerio de Interior del Land de Baden-Württemberg descartaron un trasfondo terrorista y dieron por hecho que el detonante fue una cuestión privada del atacante, un kurdo iraquí de 34 años, yerno del propietario del local.
El presunto agresor había abandonado el local visiblemente alterado tras la disputa, se fue a su casa a por un arma y de regresó mató a disparos a un guardia de vigilancia. El otro muerto fue el propio atacante, quien tras disparar indiscriminadamente dentro de la discoteca trató de huir, pero fue interceptado a escasa distancia por la Policía, que disparó sobre él y le causó heridas graves, a consecuencia de las cuales murió poco después en un hospital.
El secretario de Estado de Interior del Land, Martin Jäger, hizo hincapié en que no se trata de un peticionario de asilo o refugiado, sino de un kurdo iraquí establecido desde hace unos 15 años en la región de Constanza, la ciudad donde está la discoteca. Tres visitantes del local sufrieron heridas graves, pero están fuera de peligro, lo mismo que uno de los agentes con los que se enfrentó el atacante.
El tiroteo se produjo momentos después de que el kurdo iraquí, quien tenía antecedentes por distintos delitos comunes relacionados con las drogas, irrumpiera en la discoteca Grey Club poco antes de las 04.30, tras haber ido a su casa a por una pistola automática. El local se encuentra en una zona industrial de Constanza, donde hay otras discotecas, y en ese momento estaban en su interior varios centenares de personas. Se produjeron escenas de pánico, algunos de los clientes de la discoteca huyeron y se escondieron en las inmediaciones, mientras otros buscaron cobijo en distintos espacios del local.
Una semana de ataques Este no es el único ataque que Alemania padece en menos de una semana. El atacante del supermercado de Hamburgo, un hombre de 26 años nacido en Emiratos Árabes Unidos y que el viernes mató a cuchilladas a un hombre e hirió a seis personas, fue reducido gracias a la intervención de cuatro inmigrantes, relata el popular diario Bild, que les califica de “héroes”. Un afgano de 19 años, un turco de 35, un tunecino de 48 y un egipcio de 49 fueron los ciudadanos que, junto con un alemán de 28 años, salieron al paso al agresor, armado con el cuchillo de 20 centímetros y ensangrentado, en medio del caos reinante.
El joven afgano, llegado al país como refugiado en 2012 y ahora cajero del supermercado, asistió en directo al ataque y salió tras el agresor, que había lanzado gritos de “Dios es grande” dentro del establecimiento y apuñalado sin mediar palabra a un hombre de 50 años, la víctima mortal. Los otros ciudadanos que salieron en pos del atacante y le lanzaron sillas u otros objetos hasta reducirlo habían escuchado desde distintos puntos de la calle o desde su automóvil los gritos de auxilio procedentes del interior del supermercado de la cadena Edeka.
El agresor fue detenido luego por la Policía, que llegó al lugar pocos minutos después de recibir las alertas, y se encuentra en prisión preventiva, bajo los cargos de asesinato e intento de asesinato. Las autoridades alemanas prosiguen las investigaciones en torno a Admet Al H, nacido en los Emirato Árabes Unidos y llegado a Alemania en 2015, cuya petición de asilo había sido rechazada en 2016.
Se encontraba a la espera de ser expulsado y él mismo había expresado reiteradamente su deseo de abandonar Alemania, pero no se pudo proceder a su repatriación por no tener papeles en regla ni estar aclarada su nacionalidad, explicó ayer el responsable de Interior del Land, Andy Grote.
Desde el año pasado se le había observado un progresivo radicalismo islámico, pero no se le conocen vínculos con el yihadismo. En el albergue de refugiados donde vivía, un centro con 600 residentes, se le conocía como una persona de comportamiento complejo e inestable, con problemas serios de alcohol y drogas. - Efe