Washington - Los intentos del presidente de EEUU, Donald Trump, de dejar atrás la polémica por la supuesta injerencia rusa en las elecciones de noviembre se complicaron ayer por la revelación de que su hijo mayor, Donald Trump Jr., se reunió durante la campaña con una abogada rusa con conexiones con el Kremlin. El diario The New York Times reveló este fin de semana que Donald Trump Jr. se reunió el 9 de junio de 2016 en la Torre Trump de Nueva York con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya, de quien supuestamente esperaba obtener información comprometedora para dañar a la entonces candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton. En su cuenta de Twitter, el hijo de Trump trató ayer de quitar hierro al asunto e insinuó que efectivamente acudió a la reunión para obtener información sobre Clinton porque, en sus palabras, “tenía que escuchar”, aunque finalmente el encuentro “quedó en nada”.

“Obviamente, soy la primera persona en una campaña que haya tenido jamás una reunión para escuchar información de un oponente”, tuiteó sarcásticamente Donald Jr. Además, en respuesta a un artículo del Times que subraya que, en menos de 24 horas, ha dado dos explicaciones diferentes de por qué se reunió con Veselnitskaya, el hijo de Trump niega que haya una “contradicción” entre las versiones que ha ofrecido. En un primer comunicado divulgado el sábado, Donald Jr. aseguró que la reunión estuvo centrada en las adopciones de niños rusos en EEUU, pero el domingo, en otra declaración escrita, reconoció que acudió a la cita porque le dijeron que la abogada podía tener información “útil” para la campaña de su padre. De acuerdo con el Times, a la reunión asistieron también el yerno del presidente Trump, Jared Kusher, y su entonces director de campaña, Paul Manafort, ambos ya en la mira desde hace tiempo por sus contactos con funcionarios rusos. Según un portavoz de su equipo de abogados, el presidente no tenía conocimiento de esa reunión ni estuvo presente. Y el Kremlin, por su parte, afirmó ayer a través del portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, que no conoce a Veselnitskaya y que no puede “estar al tanto de las reuniones que celebran todos los abogados rusos dentro y fuera del país”. Mientras, la senadora republicana Susan Collins comentó ayer a los periodistas que es necesario que el Comité de Inteligencia del Senado, del que ella forma parte, entreviste al primogénito de Trump y al resto de asistentes al encuentro con la abogada rusa. Un fiscal especial, el exdirector del FBI Robert Mueller, y varios comités del Congreso de EEUU están a cargo de investigar la supuesta injerencia rusa en las elecciones y los posibles contactos entre la campaña de Trump y el Kremlin. El también exdirector del FBI James Comey declaró bajo juramento en junio pasado ante el Senado que Trump lo presionó cuando él lideraba esa agencia para “despejar la nube” que, en palabras del mandatario, le causa esa investigación. Tras la reunión que mantuvo el pasado viernes con el presidente ruso, Vladímir Putin, Trump cree que es hora de “avanzar” en una relación “constructiva” con Moscú.