Erbil (Irak) - El autoproclamado califato del grupo terrorista Estado Islámico (EI) cumple hoy tres años, coincidiendo con la pérdida, a pasos agigantados, de sus principales bastiones en Irak y Siria, aunque los yihadistas mantienen intacta su capacidad de expandir su ideología.
“Aunque es más que probable que el califato físico del Estado Islámico no dure otro año más, el concepto seguirá siendo muy poderoso”, dijo el vicepresidente del Instituto de Investigación de Medios de Oriente Medio (MEMRI), el cubano Alberto Fernández. El que fuera asesor sobre Irak y consultor en la lucha antiterrorista en la Administración del expresidente estadounidense Barack Obama durante tres años, explicó que la caída de los principales bastiones de los extremistas, Mosul (Irak) y Al Raqa (Siria), va a afectar a la estructura de la organización. “La caída de Mosul y Raqa ya está afectando al Estado Islámico en lo que respecta a la propaganda, pues la producción ha descendido”, aseguró, aunque su “ideología” y su “atracción” continuarán teniendo un impacto “real” para una “significante minoría de los musulmanes en el mundo”, indicó el cubano, que ha asesorado a varios gobiernos de EEUU desde 1983. La ciudad de Mosul, en el norte de Irak, ha comenzado la cuenta atrás para la expulsión definitiva de los yihadistas que continúan atrincherados en la zona histórica de la urbe, en la mitad oeste, en el marco de la ofensiva liderada por las fuerzas iraquíes y apoyada por la coalición internacional, comandada por Estados Unidos.
Resiste en al raqa Entretanto, a unos 460 kilómetros al oeste de Mosul, el grupo terrorista resiste en su capital siria, Al Raqa, donde las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza armada liderada por milicias kurdas y apoyada por Estados Unidos, lanzaron la batalla final para liberar la zona.
Aunque el EI pierda sus principales bastiones, “sería un error creer que la derrota sellaría el fin de esta organización”, afirmó el experto en movimientos yihadistas y presidente del Centro de Análisis de Terrorismo en Francia (CAT), Jean-Charles Brisard. La “experiencia iraquí, en concreto entre los años 2007 y 2010, nos ha enseñado que el predecesor del EI -el Estado Islámico en Irak y el Levante- tenía una gran capacidad de resistencia y sabía perfectamente adaptarse al contexto de seguridad”, recordó.
El analista francés, que monitoriza los movimientos de los radicales que han combatido en Irak y en Siria y han “emigrado” y “actúan” en Europa, adelantó que el grupo, tras la pérdida de sus territorios, “evolucionará y se transformará en una guerrilla local”. Añadió que la supervivencia del EI a largo plazo está asegurada por dos factores: el califato virtual, que, según Brisard, “sobrevivirá y continuará inspirando” actos terroristas, y los miles de combatientes extranjeros que van, “sin duda”, a “relocalizarse en otras zonas ,como ya se ve en el Sureste asiático, Oriente Medio y África”.
De acuerdo a cifras recogidas por su centro y apoyadas con investigaciones de la Inteligencia, “hay todavía entre 15.000 y 20.000 combatientes extranjeros en las filas del EI, de los cuales cerca de 3.000 son europeos y están en el terreno”. Y aunque desde 2016 los viajes de estos radicales a Irak y Siria “se han estancado” debido, en gran parte, a las medidas de seguridad impuestas por los países europeos y en la frontera turca, “observamos ahora salidas hacia otras zonas, que podrían ser mañana otros bastiones del EI, como Libia, el Sahel, Filipinas y Yemen”.
sin noticias del califa Por otro lado, al autoproclamado califa y líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, se le ha dado por muerto en numerosas ocasiones, entre ellas hace una semana, cuando Rusia anunció que había muerto el 28 de mayo en un ataque de su aviación en las afueras de Al Raqa. Sin embargo, ni la coalición internacional ni el Gobierno sirio han podido confirmar estas informaciones.
El califato, que no entiende de fronteras políticas ni divisiones administrativas de los países por cuyos territorios se ha expandido, fue proclamado por Al Bagdadi en la Mezquita Al Nuri, de Mosul, el 29 de junio de 2014. Ahora, la mezquita ha quedado reducida prácticamente a escombros por los yihadistas después de que la volaran -aunque el grupo acusó a EEUU de destruirla con su bombardeos- el pasado 21 de junio. El califato es el sistema político que rigió en la comunidad musulmana desde el nacimiento del islam con el profeta Mahoma y que pervivió, en diferentes formas y lugares, hasta el final del califato otomano, abolido por Mustafa Kemal Atatürk a comienzos del siglo XX para crear la nueva república de Turquía.