MADRID. "La expresidenta Park Geun Hye y el antiguo jefe de los espías Lee Byung Ho, así como agentes del Servicio Nacional de Inteligencia, no pueden evitar una muerte cruel, en cualquier momento y por cualquier medio a partir de ahora", reza un comunicado firmado por varias instituciones de Corea del Norte, entre ellas el Ministerio de Seguridad.
Pyongyang ha reclamado la extradición inmediata de los dos exdirigentes surcoreanos y, como argumentación, ha citado una resolución de la ONU que llama a erradicar el terrorismo internacional, según la agencia de noticias Yonhap. El mensaje se hace extensible también a Estados Unidos.
El complot al que ha aludido el régimen norcoreano dataría de 2015, cuando la antigua cúpula de Corea del Sur habría orquestado un plan para derrocar al régimen de Corea del Norte. Seúl ha negado la existencia de esta trama, de la que se ha hecho eco esta semana el periódico japonés 'Asahi Shimbun'.
Los servicios de Inteligencia surcoreanos han tachado de "infundadas" las acusaciones y han considerado intolerable esta "abierta amenaza" de Corea del Norte.
Park fue destituida del cargo en marzo, al término de un juicio político en el que se analizó su implicación con una red de corrupción y tráfico de influencias. La expresidenta se encuentra ahora detenida y será juzgada por soborno, abuso de poder, coacción o filtración de documentos oficiales, entre otros cargos.