washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca unir a los republicanos para aprobar en el Senado su nuevo plan sanitario mediante una estrategia de ataques a la oposición demócrata, a la que acusó ayer de “obstruccionista” y a la que identificó como el enemigo común a batir. En Twitter y en una entrevista en la Fox, Trump optó por arremeter contra los demócratas para unir a su partido, dividido entre los moderados favorables a la actual propuesta sanitaria y los ultraconservadores, que piden mayores recortes para acabar con cualquier rastro de la ley del expresidente Barack Obama, conocida como Obamacare.
El propio Trump reconoció ayer en Fox que una nueva ley es “un tema muy complicado” porque cualquier cambio puede poner en riesgo su aprobación. La propuesta sanitaria del Senado, que podría votarse a finales de esta semana, otorga a los estados flexibilidad para dejar de ofrecer coberturas garantizadas por el Obamacare, como la maternidad y la salud mental, y recorta un programa para los pobres, aunque mantiene un sistema de subsidios para comprar seguros. A pesar de los recortes, poderosos grupos dedicados a financiar campañas políticas, como la red de los multimillonarios hermanos Charles y David Koch, consideran que la iniciativa es “inmoral” por no ser lo suficientemente conservadora y han prometido que tratarán de presionar para lograr cambios.
Hasta ahora, cinco senadores republicanos han dicho que votarán en contra del plan: el moderado Dean Heller y los ultraconservadores Ted Cruz, Ron Johnson, Mike Lee y Rand Paul. La oposición de esos legisladores pone en peligro la aprobación de la normativa porque los republicanos necesitan 50 votos y ocupan 52 escaños en el Senado, por lo que solo pueden permitirse perder el apoyo de dos senadores.
Los demócratas votarán en bloque en contra. Trump la emprendió, precisamente, contra los demócratas, a los que llamó “obstruccionistas”. El mandatario cargó directamente contra el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, y contra la senadora Elizabeth Warren, a la que Trump apodó de manera peyorativa como Pocahontas, en referencia a sus supuestos orígenes indígenas. - Efe