londres - Las autoridades británicas van anunciando la identificación de las víctimas de la torre Grenfell a cuentagotas. Ayer nombraron a otras tres de ellas, Anthony Disson, de 65 años, Ya-Haddy Sisi Saye, de 24 años, y Abufars Ibrahim, de 39. Los tres murieron cuando el edificio de 24 pisos se incendió poco antes de la una de la madrugada el pasado 13 de junio. Otra de las víctimas, una mujer de 52 años, también fue identificada, pero su familia no quiso que su nombre fuera hecho público. Todas ellas fueron recordada en un minuto de silencio por todo el país que tuvo lugar ayer a las 11 de mañana.

En el caso de Disson, era un conductor de camiones retirado que vivía en el piso 22 de la torre. Llevaba viviendo aquí los últimos ocho años y llamó a su hijo a las tres y media de la madrugada, diciendo que le habían aconsejado que se quedara en su piso. Su familia reconoció ayer que estaban “devastados” con las noticias. “Tony deja una familia numerosa, esposa, hijos y nietos, incluyendo a uno que nunca conocerá”, explicaron.

fotógrafa fallecida La muerte de la artista Saye fue mencionada por primera vez por el diputado laborista David Lammy en un tributo en su cuenta Twitter. La fotógrafa, que exponía actualmente su trabajo en la Bienal de Venecia, vivía en la planta 20 con su madre, Mary Mendy, quien permanece desaparecida. Se da la casualidad de que la esposa Lammy daba empleo a Saye y fue su mentora. La cadena de televisión BBC tenía planeado difundir esta semana un documental sobre el trabajo de Saye en Venecia, pero su emisión fue suspendida al confirmarse que era una de las víctimas del terrorífico incendio.

desaparecidos En total, 79 personas se encuentran desaparecidas y presuntamente estarían muertas, según explicó el comandante de la policía, Stuart Cundy, quien agregó que la cifra puede cambiar en las próximas horas. De los heridos, 18 personas permanecen en el hospital, nueve de ellas en estado crítico. Muchas de las familias afectadas por el incendio perdieron a más de un pariente, reconocía Cundy, explicando que la prioridad en estos momentos era identificar a las personas que murieron en el edificio y sacarlas del calcinado edificio lo más rápido posible.

Así, advirtió que no todo el mundo podrá ser identificado y como la operación puede llevar “muchas, muchas semanas”. Este es un momento “muy angustiante” para las familias, reconocía: “es realmente difícil describir la devastación que causó el incendio”.

Cada familia que ha perdido su hogar en el incendio recibirá 500 libras en efectivo y otras 5.000 serán ingresadas en su cuenta bancaria. Además, ayudarán a los afectados con el alojamiento temporal, los gastos de los funerales y apoyo de expertos en salud mental. - Rita Álvarez