londres - Doce personas fueron detenidas tras el ataque terrorista perpetrado en Londres, que dejó siete muertos y 48 heridos, 21 de ellos en estado crítico. Las detenciones tuvieron lugar en Barking, al este de Londres, tras una redada policial en el piso de uno de los tres atacantes.
Seva Litvjakovs, un vecino, explicó que el hombre se llamaba Mohammed, conocido localmente como Abs. “Hablé con él ayer, alrededor de las cinco de la tarde”, dijo. “Él parecía estar ordenando su coche, sacando cosas. Estaba con otros dos tipos. Llevaba su camisa del Arsenal. Me dijo hola y le pregunté si estaba bien. Dijo que todo estaba bien. Tenía un acento británico y barba larga”, explicó.
“Siempre lo he encontrado muy amable, pero mi mujer me dijo que era un poco extraño. Lo oí una vez riñendo a algunos niños locales que eran ruidosos. Y luego alguien me dijo que lo había visto en la televisión hace un tiempo hablando de religión”, añadió Litvjakovs.
Además, la policía armada registró varias casas en una búsqueda de una supuesta célula yihadista responsable del ataque, que tuvo lugar el sábado por la noche, cuando una furgoneta blanca a unos 80 kilómetros por hora envistió a varios peatones en London Bridge. Testigos dijeron que los hombres gritaron: “Esto es por nuestra familia, esto es por Alá”.
Otros testigos describieron como la furgoneta de marca Renault iba a gran velocidad por London Bridge, golpeando a los peatones, antes de estrellarse cerca del Barrowboy y del pub Banker. “Parecía demencial”, reconocía Holly Jones, quien iba camino de su casa cuando se vio afectada por el ataque. Acto seguido, los tres terroristas se bajaron del vehículo y apuñalaron a gente en las inmediaciones del mercado de comida de Borough Market.
Varios ciudadanos se defendieron con sillas y otros con botellas y vasos de cerveza. Los pubs y restaurantes de esa céntrica zona de la ciudad estaban llenos en ese momento, incluyendo muchos viendo la final de la Liga de Campeones entre la Juventus y el Real Madrid que se jugaba en Cardiff (Gales). Una mujer que estaba en el restaurante Black and Blue explicaba como acababa de ver a tres chicos entrar en el local: “Han apuñalado a alguien en la cara y a otro en el estómago”.
Alex Martínez, un camarero, se refugió en una papelera cuando un atacante entró en el restaurante El Pastor. “Vi a ese hombre con un cuchillo en la mano y después de eso otro empezó a gritar, así que supe que algo malo estaba sucediendo”, continuó. “El hombre comenzó a gritar y dejó todo en el suelo, los platos, los cubiertos, la botella, lo dejó caer todo”.
Los terroristas fueron descritos como de apariencia “mediterránea”, llevaban ropa informal y estaban armados con cuchillos de caza de 12 pulgadas. Cuatro policías que intentaron detener el ataque resultaron heridos, dos de ellos gravemente. Uno de ellos estaba fuera de servicio y sufrió varias puñaladas, mientras que otro era un policía del sistema de transporte británico, quien se unió al servicio hace menos de dos años.
La nueva responsable de la Policía Metropolitana, Cressida Dick, elogió su “valor extraordinario” y descartó que hubiese más atacantes que los tres que fueron abatidos. “Tenemos una investigación muy grande en curso y estamos tratando de establecer si alguien más estaba trabajando o ayudando de alguna manera, o ayudando en la planificación de este ataque”, añadió.
Apenas ocho minutos después de recibir la alerta de varias llamadas sobre lo que estaba sucediendo, la Policía, las fuerzas de seguridad y el personal sanitario llegaron al lugar de los hechos. La Policía confirmó que los atacantes fueron abatidos a tiros por ocho agentes que dispararon 50 balas, pues creían que los terroristas llevaban chalecos bomba, si bien más tarde descubrieron que todos ellos eran falsos.
Durante ese tiroteo, un miembro del público resultó herido, pero sus heridas no revisten gravedad, tal y como explicó el responsable policial, Mark Rowley.
“La situación a la que se enfrentaron estos policías fue crítica, una cuestión de vida o muerte: tres hombres armados con lo que al principio parecían ser cinturones suicidas”, dijo Rowley, puntualizando como “ya habían atacado y asesinado a miembros del público y tenían que ser detenidos inmediatamente”.
Entre los fallecidos se confirmó que había un ciudadano canadiense, tal y como dijo el primer ministro Justin Trudeau. Mientras que entre los heridos, hay un español, dos australianos, un neozelandés y cuatro franceses. La madre de Daniel O’Neill, uno de los heridos de 23 años, quien se recupera de varias puñaladas en el hospital de Kings College, explicó como su hijo tenía una cicatriz de siete pulgadas por un ataque con cuchillo. “Acababa de salir del bar por un segundo y un hombre corrió hacia él y le apuñaló con un cuchillo”, explicó Elizabeth O’Neill, visiblemente emocionada. “Todavía estoy en estado de shock, no puedo creer que esto haya pasado”.
La primera ministra británica, Theresa May, hizo una visita privada al hospital King’s College, en el sur de Londres para visitar a algunos de los heridos. Mientras que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, anunció que el martes habrá un minuto de silencio a las once de la mañana en recuerdo de aquellos que perdieron la vida y todos los demás afectados por los ataques, así como una concentración a las seis de la tarde en las inmediaciones de la ciudad.
El sistema sanitario NHS confirmó que un total de 48 personas fueron llevadas al hospital en la noche del sábado, 14 pacientes en el hospital de King’s College, 12 en el Royal London Hospital, cuatro en el Hospital St Thomas, cinco en el University College Hospital y uno en el de St Mary.
tercer ataque Este el tercer ataque terrorista que sufre Reino Unido en apenas tres meses, tras el ataque con un coche en el puente de Westminster y las puertas del Parlamento en marzo, en el que murieron cinco personas, y al que se suma la bomba al término de un concierto el pasado 22 de mayo en Mánchester.
Previamente habían sido otras las ciudades europeas afectadas por el terrorismo. El pasado diciembre, doce personas murieron en un mercadillo navideño en Berlín, arrolladas por un camión conducido deliberadamente contra la multitud. Mientras, en abril un camión atropelló a varias personas en una zona peatonal de Estocolmo y días más tarde un policía francés murió en un tiroteo en los Campos Elíseos de París.