Brasilia - La huelga general convocada para ayer por los principales sindicatos de Brasil contra las reformas promovidas por el presidente Michel Temer se sentía durante las primeras horas del día en todo el país, aunque con diversos grados de adhesión. La clave de la paralización en la mayoría de las 27 capitales regionales era la adhesión de los sindicatos del transporte. Según diversas fuentes, la huelga tenía mayor intensidad en Sao Paulo, el corazón financiero e industrial del país y también fortín de las mayores centrales obreras, que en su mayoría se han unido a la paralización.

La principal causa del descontento es una polémica reforma de las leyes que rigen el sistema de jubilación, la cual propone aumentar la edad para acceder a ese beneficio, pero el malestar también ha sido alimentado por otras medidas impulsadas por Temer.

Entre ellas, figuran una reforma laboral, ya aprobada en primera instancia en la Cámara de Diputados, que abarata la mano de obra, darle carácter formal a convenios colectivos aún cuando no se ajusten a la ley. Las medidas del gobierno Temer cristalizaban ayer en que el número de desempleados en el primer trimestre de 2017 llegaba al récord de 14,2 millones, el 13,7 % de la población activa. Se trata del mayor nivel de desempleo registrado en Brasil desde 2012, cuando la tasa comenzó a ser medida con criterios más rigurosos y en todas las ciudades del país. La tasa de desempleo saltó 2,8 puntos en relación a los tres primeros meses de 2016 y 1,7 puntos porcentuales en comparación con los datos registrados entre octubre y diciembre pasados. - Efe