ANKARA. Según el diario Hürriyet, más de 8.000 agentes están participando en una operación que se desarrolla en todo el país.

La Fiscalía de Ankara, responsable del dispositivo, considera que los acusados "son jefes secretos civiles de FETÖ dentro de la Dirección de Seguridad", usando el acrónimo creado por las autoridades para referirse a la red de simpatizantes de Gülen.

Según Hürriyet, ya han sido detenidas 803 personas.

Las autoridades acusan a Gülen de haber creado un "Estado paralelo" colocando a sus seguidores en puestos de la Administración, la judicatura, las Fuerzas Armadas y la Policía.

Gülen fue hasta 2013 un estrecho colaborador del Gobierno islamista turco, que permitió la entrada de sus colaboradores en la Administración.

Aunque las purgas contra supuestos miembros de la red comenzaron antes del fallido golpe de Estado del pasado julio, tras la intentona se han acelerado las detenciones y despidos de funcionarios, jueces, fiscales, profesores, militares y policías acusados de apoyar a Gülen.

En total, unos 130.00 empleados públicos han sido suspendidos desde el pasado julio.