Pyongyang - Un día después de mostrar al mundo su fortaleza militar, Corea del Norte continúo ayer con su desafío armamentístico y realizó un lanzamiento fallido de un misil que coincidió con la llegada a Seúl del vicepresidente estadounidense, Mike Pence. A primera hora de la mañana de ayer, en pleno periodo festivo del país, el Ejército norcoreano llevó a cabo desde la ciudad de Sinpo una nueva prueba de un misil, que resultó fallida al estallar casi inmediatamente después de ser disparado.

La noticia la confirmaron Washington y Seúl, que no han conseguido averiguar de qué tipo de misil se trata, mientras en Corea del Norte el mutismo fue total. El régimen acostumbra a informar de sus lanzamientos horas después e incluso al día siguiente, pero no lo hace si la prueba resulta fallida.

Las especulaciones habían corrido como la pólvora en los últimos días sobre la posibilidad de que el régimen realiza su sexta prueba nuclear o el lanzamiento de un misil, en honor al 105 aniversario del nacimiento de su difunto líder Kim Il-sung. Corea del Norte aprovechó esa efeméride para celebrar un gran desfile militar presidido por el líder Kim Jong-un en el que exhibió un potente arsenal de misiles entre los que se encontraba un posible proyectil intercontinental que no se había visto nunca.

La respuesta al lanzamiento de ayer no tardó y el Gobierno surcoreano lo calificó como una demostración de “la amenaza que supone para el mundo entero el programa armamentístico norcoreano”, mientras que EEUU se limitó a decir que ya se esperaba la nueva provocación.

El nuevo desafío de Pyongyang se produjo horas antes de que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, llegara a Seúl para una visita de tres días que forma parte de una gira asiática que tendrá precisamente como punto central la tensión en la península coreana.

El Gobierno Trump además de insinuar un hipotético ataque preventivo contra Corea del Norte, ha desplegado el portaaviones nuclear USS Carl Vinson en aguas de la península en respuesta a otra prueba de misiles de Pyongyang del pasado 5 de abril.

Las opciones de EEUU Mientras, Estados Unidos trabaja con sus aliados internacionales y con el Gobierno chino para “elaborar una gama de opciones” que estén listas si el régimen norcoreano “continúa su patrón desestabilizador y provocador”. Así lo dijo ayer el asesor de Seguridad Nacional de Trump, el teniente general McMaster. “Creo que hay un consenso internacional ahora, incluida China, en que esta situación simplemente no puede continuar”, afirmó McMaster sobre la tensión con Corea del Norte.

“El presidente Trump ha dejado claro que no aceptará que EEUU y sus aliados y socios en la región estén bajo la amenaza de este régimen hostil con armas nucleares”, agregó. Sobre el lanzamiento fallido del misil, comentó que “encaja en el patrón de comportamiento provocador, desestabilizador y amenazante del régimen de Corea del Norte”.