Bruselas - En el acceso a la sede de la Eurocámara en Estrasburgo, miembros de Greenpeace se conformaron en varias cadenas humanas para intentar impedir el paso.

Los Verdes europeos y de la Izquierda Unitaria denuncian que el tratado comercial con Canadá rebajará los estándares laborales y medio ambientales. La eurodiputada Marina Albiol (IU) dijo que “el CETA es la puerta de atrás del TTIP, ya que el 80% de las grandes corporaciones estadounidenses tienen algún tipo de participación en compañías canadienses”.

Por su parte, Lola Sánchez (Podemos) lamentó que el PSOE tenga la “deslealtad con los trabajadores” de votar a favor del CETA. “¿Será que no quieren dejar de poder colocarse después en los Consejos de Administración de las grandes empresas?”, dijo.

Desde el PSOE, su portavoz en el PE, Ramón Jauregui, defendió que es mejor la globalización “regulada y justa” que no la globalización en la que las multinacionales no tengan ningún coto. En ese sentido, el presidente de la Comisión Europea (CE), el conservador Jean Claude Juncker, celebró el respaldo de la Eurocámara y calificó el voto de “importante hito democrático”.

“Este acuerdo comercial ha sido objeto de un escrutinio parlamentario profundo que refleja el creciente interés de los ciudadanos por la política comercial”, afirmó Juncker a través de un comunicado. Este acuerdo “progresista”, dijo Juncker, “es una oportunidad para dar forma a la globalización juntos e influir en el establecimiento de las reglas comerciales globales”. - Efe