Washington - El exsenador Jeff Sessions juró ayer su cargo como fiscal general de EEUU con la promesa de combatir el “auge del crimen” en el país y la “ilegalidad” migratoria, al asegurar que actuar contra quienes llegan al país sin documentos no es “inmoral” ni “indecente”. Sessions, un senador republicano conocido por sus posturas antiinmigrantes, juró su cargo como secretario de Justicia de EEUU horas después de que el Senado le confirmara para el puesto tras un largo y tenso debate que se cerró con 52 votos a favor y 47 en contra.
“Usted (Trump) ha dicho algo en lo que yo creo y que creo que el pueblo estadounidense comparte: que necesitamos un sistema legal de inmigración, que se ajuste a los intereses del pueblo de Estados Unidos”, subrayó Sessions en su ceremonia de toma de posesión, celebrada en el Despacho Oval con la presencia del presidente de EEUU, Donald Trump. “Eso no está mal. Eso no es inmoral. Eso no es indecente. Admitimos a más de un millón de personas al año en el país legalmente y tenemos que acabar con esta ilegalidad que amenaza la seguridad pública y rebaja los salarios de los trabajadores estadounidenses”, añadió el nuevo fiscal general. Sessions no mencionó específicamente las medidas que ha tomado el presidente Trump para endurecer la lucha contra la inmigración ilegal ni a su veto a la entrada al país de los refugiados y los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, que es ahora objeto de litigio en los tribunales del país. Desde el Senado, Sessions fue una de las voces más beligerantes contra los proyectos de reforma migratoria que debatió el Congreso en 2007 y 2013. - Efe