París - La periferia del norte de París registró ayer su tercera noche de disturbios consecutiva tras la violenta detención el pasado jueves de un joven en Aulnay-sous-Bois, por la que un agente está imputado por violación y otros tres por “violencia voluntaria”. Al menos 26 personas fueron detenidas durante la noche, cuando cinco vehículos fueron incendiados, al igual que algunas papeleras, y hubo tentativas de prender fuego a dos restaurantes que, pese a la intervención de los bomberos, resultaron dañados. Según la Prefectura de Policía, los agentes se vieron rodeados y lanzaron varios disparos al aire con balas reales para intentar calmar la situación, al no disponer “de ningún otro medio” de disuasión a su alcance.

La detención que provocó las protestas tuvo lugar el pasado jueves por la tarde. “Los policías llegaron y dijeron: Todos contra la pared”, explicó en la cadena BFMTV el afectado, identificado como Théo, un joven negro de 22 años.

Según el chico, un destacamento de policía que procedía a un control de tráfico de drogas le detuvo el pasado jueves y, sin razón aparente, los agentes le insultaron, agredieron y le introdujeron una porra extensible por el ano. Théo llegó malherido a la comisaría, desde la que tuvo que ser trasladado de urgencia para ser sometido a una operación, tras la cual deberá estar sesenta días de baja laboral.

Uno de los agentes está imputado por violación y los otros tres por violencia voluntaria y todos ellos han sido apartados del servicio de forma preventiva. Los agentes señalaron, por su parte, que intentaron detener a ese joven y usaron gas lacrimógeno y “una porra extensible” porque se resistió.

El presidente de Francia, François Hollande, subrayó ayer en una visita al Tribunal de Pontoise, en el norte de París, el rol protector de la Justicia para los ciudadanos, incluso cuando los agentes de las fuerzas del orden se ven cuestionados. “La Justicia es garante de las libertades y los ciudadanos deben comprender que es el juez quien les protege”, añadió el mandatario.

“NO se justifica” Por su parte, el primer ministro, Bernard Cazeneuve, prometió “la mayor firmeza” contra los agentes acusados. “Cuando hay errores graves de deontología hay que actuar con la mayor firmeza”, aseguró. Cazeneuve recordó que fue durante años ministro del Interior y que, en ese cargo, siempre dijo a los policías que llevar un uniforme “obliga a ser ejemplar” porque “se encarna la autoridad del Estado”. Asimismo, el primer ministro señaló que esos hechos no se justifican por la presión a la que están sometidas las fuerzas del orden, sobrecargadas por su implicación en la lucha contra el terrorismo y contra la violencia en el país.

Las protestas comenzaron el sábado y traen a la memoria de los franceses la oleada de violencia que se desató en el otoño de 2005 en decenas de barrios conflictivos, poco después de que el entonces ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, llamase “gentuza” a los jóvenes que los habitan y prometiera limpiar esas zonas con agua a presión. - Efe