París - La carrera al Elíseo del candidato de la derecha, François Fillon, sufrió ayer un nuevo contratiempo con las revelaciones de la revista Le Canard Enchaîné, que evidencian remuneraciones más altas de lo que se sabía en dos empleos supuestamente ficticios desempeñados por su esposa. El semanario satírico, el mismo que destapó el caso la semana pasada, confirmó también que Fillon, hasta ahora favorito en las encuestas para las presidenciales francesas de abril y mayo, contrató, además de a su mujer, a dos de sus hijos como asistentes parlamentarios.

Le Canard Enchaîné explicó que Penelope Fillon recibió en total 900.000 euros brutos, entre su puesto como asistente parlamentaria sufragado con dinero público, y como colaboradora de La Revue des Deux Mondes entre 2012 y 2013, por el que recibió 5.000 euros brutos al mes supuestamente sin haber casi trabajado.

Estas informaciones se hicieron públicas coincidiendo con la visita ayer de los investigadores del caso a la Asamblea Nacional para recuperar documentos que permitan aclarar si la esposa de Fillon realizó el trabajo de asistente realmente. Se trataba de recoger las nóminas de Penelope Fillon y comprobar si tenía tarjeta de entrada a la Asamblea o correo electrónico. Sobre Fillon y su esposa pesa la amenaza de ser imputados por los delitos de malversación de fondos públicos, abuso de bienes sociales y receptación. El candidato derechista, de 62 años, ha anunciado que en caso de ser inculpado se retiraría en la carrera por el Elíseo, aunque su principal contrincante en las primarias del centro-derecha, Alain Juppé, ha descartado reemplazarlo, en un intento por no alimentar especulaciones.

Aunque no es ilegal que los parlamentarios elijan a familiares como asistentes -disponen de 9.561 euros al mes para contratar hasta a cinco- y el propio Fillon ha defendido que su mujer desempeñó realmente el trabajo, este caso ha dañado seriamente su imagen. Tras las primeras revelaciones de la semana pasada, y antes de que se pudiera medir el impacto de las de ayer, un sondeo ya puso en evidencia que su popularidad había caído 16 puntos en relación a noviembre, hasta el 38%. De su respaldo a la baja pueden sacar partido, sobre todo, la ultraderechista Marine Le Pen o el socio-liberal Emmanuel Macron, exministro de Economía, quienes, según las encuestas, son los que parten con más posibilidades de disputarle el segundo turno a Fillon. No obstante, Le Pen afronta una situación con similitudes con la de Fillon, pues el Parlamento Europeo le exige que devuelva 340.000 euros porque considera que los utilizó indebidamente para remunerar a dos empleados de su partido, que trabajaban en la sede del Frente Nacional y no como asistentes parlamentarios vinculados a su cargo de eurodiputada. - Efe