En su comunicado, el equipo de transición de Trump ha destacado a Friedman como "asesor de algunos de los principales empresarios y compañías del mundo", agregando que fue además "uno de los principales asesores del presidente electo sobre relaciones Estados Unidos-Israel durante la campaña".

"Cuando Israel se proclamó como república independiente en 1948, Estados Unidos fue el primer país en dar su reconocimiento formal al nuevo Gobierno", resalta el comunicado.

"Desde entonces, las dos naciones han disfrutado de una relación especial basada en el respeto mutuo y la dedicación a la libertad y la democracia", agrega.

En este sentido, apunta que, con la nominación de Friedman, Trump "expresa su compromiso para mejorar la relación entre Estados Unidos e Israel y garantizar que habrá una cooperación extraordinaria a nivel estratégico, tecnológico, militar y de Inteligencia".

"Los lazos entre Israel y Estados Unidos son profundos, y garantizaré que no se producen separaciones entre nosotros cuando sea presidente", ha recalcado Trump.

Así, ha dicho que "como embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman mantendrá la relación especial entre ambos países", añadiendo que "siempre ha sido un asesor de su confianza".

"Su firme relación con Israel permitirá sentar las bases de su misión diplomática y será una herramienta fundamental de nuestro país mientras estrechamos lazos con nuestros aliados y buscamos la paz en Oriente Próximo", ha remachado.

Por su parte, Friedman ha expresado su deseo de trabajar para mantener la alianza con Israel, mostrándose "honrado" por la confianza puesta en él por parte de Trump.

"Trabajaré incansablemente para fortalecer el lazo irrompible entre nuestros países y avanzar la causa de la paz en la región, y espero hacerlo desde la Embajada de Estados Unidos en la capital eterna de Israel, Jerusalén", ha zanjado.

Friedman ha puesto en duda la solución al conflicto palestino-israelí basado en dos estados, apoyado la construcción de asentamientos --prohibidos por el Derecho Internacional-- y vinculado al lobby judío-estadounidense J Street, que aboga por la paz, con los judíos que colaboraron con la Alemania Nazi.

TRASLADO DE LA EMBAJADA A JERUSALÉN

La jefa de campaña de Trump, Kellyanne Comway, recalcó el lunes que el traslado de la Embajada estadounidense a Jerusalén "es una gran prioridad" para su mandato.

Así, recordó que el traslado de la Embajada desde su actual localización en Tel Aviv es un asunto del que Trump habló "claramente" durante la campaña.

"Lo dejó muy claro durante la campaña, y como presidente electo, le he oído repetirlo en varias ocasiones en privado, si no en público", indicó.

Recientemente, el presidente estadounidense, Barack Obama, renovó la exención presidencial que aplazó nuevamente la recolocación de la Embajada durante seis meses.

En su decisión, Obama citó "intereses de seguridad nacional" para prolongar la exención a la decisión del Congreso en 1995 de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí la Embajada.

Estados Unidos no ha reconocido oficialmente Jerusalén como capital del país, a pesar de que Israel así lo reclama, debido a que el Derecho Internacional considera la ciudad dividida.

Israel afirma que Jerusalén es la capital del país, mientras que Palestina reclama que Jerusalén Este sea su capital una vez se cree como Estado.