beirut - El frío, el hambre y la intensidad de los combates en la zona que quedaba en poder de los rebeldes en la ciudad siria de Alepo (norte) ha empeorado aún más el sufrimiento de los civiles, muchos de los cuales optaron por cruzar a áreas controladas por las autoridades.
Ahmed, que rehusa ofrecer su nombre real por motivos de seguridad, ha abandonado su casa en uno de los distritos tomados recientemente por los efectivos gubernamentales. “No se puede ni entrar ni salir, hay disparos intensos y muchos francotiradores”, relata por teléfono.
Ahmed subraya que las condiciones médicas son “muy malas”, porque no hay ningún punto sanitario que ofrezca atención a los enfermos y heridos en la hasta ahora área rebelde. “Mucha gente, incluso los que están buscados, han emigrado en las últimas horas a áreas bajo el control del régimen por la intensidad de los combates, el hambre y el frío”, narra. Este vecino de Alepo remarca que hay muchos heridos que no pueden recibir tratamiento y que los cadáveres yacen en las calles, “porque no hay manos que acudan a enterrarlos”. “Hace mucho frío y está lloviendo”, agrega Ahmed.
De hecho, el portavoz de la Defensa Civil Siria en Alepo, Ibrahim Abu Leiz, confirma que los llamados cascos blancos, que prestan labores de rescate en lugares fuera del dominio del Gobierno, han dejado de ofrecer datos sobre los muertos y heridos en la población ante la imposibilidad de verificar las cifras.
El director de Comunicaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja en Siria, Pawel Krzysiek, desde una fábrica de algodón que ahora acoge refugiados, algunos de los cuales se preparan para regresaras a sus casas, se queja de que las “duras” condiciones meteorológicas y de los refugios: “Las organizaciones humanitarias hacen lo que pueden, pero no es suficiente para esta gente”, lamenta. - Efe