ROMA. Gentiloni ha sido llamado este domingo al Palacio del Quirinal y, en una breve reunión con el jefe de Estado, ha recibido el encargo. El ministro de Exteriores, de 62 años, ya sonaba entre los favoritos para asumir esta tarea.

El Partido Democrático (PD) mantiene de esta forma la iniciativa, si bien deberá buscar aliados para poder gobernar el país, al menos durante unos meses. Actualmente, comparte administración con representantes de otras formaciones, entre ellos el Nuevo Centro Derecha (NCD) de Angelino Alfano.

En sus primeras declaraciones tras abandonar la reunión, Gentiloni ha destacado que asume el encargo con "honor" y con "responsabilidad", la misma con la que espera que trabajen ahora las diferentes fuerzas de la oposición. En este sentido, ha subrayado la importancia de trabajar juntos para aprobar la "necesaria" reforma electoral.

Gentiloni ha esbozado algunas de las prioridades inmediatas de Italia, entre ellas la ayuda a las personas damnificadas por los terromotos de los últimos meses, y ha dicho que trabajará con "urgencia" parata tratar de formar gobierno. Espera volver "lo antes posible" ante Mattarella con un acuerdo ya bajo el brazo.

Durante su breve discurso, Gentiloni también ha tenido palabras de reconocimiento para Renzi y, en concreto, ha mostrado su "respeto" por su dimisión, en la medida en que lo hizo en "coherencia" con la promesa lanzada antes del referéndum.

RONDA DE CONSULTAS

Mattarella había mantenido durante estos días una ronda de consultas con partidos y autoridades para determinar el futuro político de Italia tras la dimisión de Renzi. El presidente ya avanzó el sábado que esperaba dar algún tipo de paso "en las próximas horas".

El objetivo, según explicó, es lograr un "gobierno con la plenitud de sus funciones" en el menor tiempo posible. No obstante, Mattarella insistió en la necesidad de "armonizar" la ley electoral antes de ir de nuevo a las urnas --la norma actual sólo sirve para la Cámara de Diputados--.

El Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo aboga por ir a las urnas cuanto antes, mientras que el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi es partidario también de votar pero una vez que se haya reformado la ley electoral. Ambos, sin embargo, comparten sus reticencias a un gobierno que no ha sido votado por los ciudadanos.