Washington - Los ataques contra inmigrantes, hispanos, negros, musulmanes, judíos y homosexuales se han disparado en Estados Unidos desde la victoria electoral de Donald Trump, según varias organizaciones que hoy pidieron al presidente electo que actúe para frenar esa corriente de ofensas cometidas “en su nombre”.

En los diez días siguientes a las elecciones del 8 de noviembre se registraron al menos 867 incidentes y crímenes de odio contra minorías en todo el país, según un informe presentado ayer por el Southern Poverty Law Center (SPLC), un grupo independiente que vigila casos de extremismo y delitos raciales.

“El señor Trump dice estar sorprendido por que su elección haya desatado un torrente de odio en todo el país, pero no debería estarlo. Es el resultado predecible de su campaña”, dijo el presidente de SPLC, Richard Cohen, en una conferencia de prensa. En una entrevista el 13 de noviembre, Trump dijo estar “sorprendido de escuchar” que sus simpatizantes habían proferido amenazas y cometido ataques contra distintas minorías, y diez días después aseguró al diario The New York Times que no era su intención “vigorizar” a grupos supremacistas blancos y que los “rechazaba”.

Para SPLC, sin embargo, todo eso tiene su origen en su retórica de campaña contra inmigrantes y musulmanes y el nombramiento, una vez elegido, de Steve Bannon -considerado un supremacista blanco- como su asesor principal, y de Jeff Sessions -conocido por su línea dura contra los inmigrantes- como secretario de Justicia. “Esto va a seguir supurando y floreciendo (...) a no ser que Trump asuma la responsabilidad por lo ocurrido, rechace rotundamente el odio y la intolerancia, contacte con las comunidades a las que ha dañado y traduzca sus palabras en acciones”, afirmó Cohen. “Señor Trump, necesitamos que proteja y defienda a todos los estadounidenses y condene la violencia y el odio que se está cometiendo en su nombre”, aseguró por su parte Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de La Raza (NCLR), la mayor organización hispana del país.

Los 867 incidentes de odio registrados desde las elecciones son, según la organización, solo una muestra pequeña de los que probablemente han ocurrido, dado que, según estimaciones del Gobierno estadounidense, dos tercios de las ofensas de ese tipo no suelen denunciarse a la Policía ni a ninguna organización.

Entre los casos que sí han sido reportados, a través de medios de comunicación o mediante la página web de SPLC, está el de una familia latina que se topó en su barrio de Michigan con un muro de cajas de cartón pintadas con la frase “Los mexicanos dan asco”.

También hay denuncias de estudiantes blancos que exigían a sus compañeros negros sentarse en la parte trasera del autobús (como en los tiempos de la segregación), o de un homosexual de 75 años golpeado en Florida por un hombre que le dijo: “Mi nuevo presidente dice que ahora podemos matar a todos los maricas como tú”.

El sentimiento antiinmigrante es el que más ataques ha motivado después de las elecciones (260, o el 32% del total), con numerosos casos de ataques verbales a hispanos a los que se les gritan cosas como “vuelvan a México” o “construyamos el muro”.

El 23% de los incidentes, 187, se produjeron contra los negros, mientras que otros 100 tenían un tono antisemita, y 95 más fueron dirigidos contra personas LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales), además de 49 casos de ataques contra musulmanes y 40 contra mujeres, según SPLC.

Los centros educativos se han convertido en un escenario claro de esos ataques, con 183 casos en escuelas y 140 en universidades.