Al Hamdaniya - Las fuerzas iraquíes tomaron ayer el control de una importante localidad al sur de la ciudad de Mosul, mientras que en los barrios orientales ralentizaron su avance, ante la presencia de yihadistas infiltrados del grupo Estado Islámico (EI).

Unidades del Ejército y de la Policía Federal iraquíes conquistaron Hamam al Alil, principal núcleo urbano de la comarca que lleva el mismo nombre, a 25 kilómetros al sur de Mosul, según informó el general Abdel Amir Rashid Yaralá, comandante de las fuerzas especiales.

Las tropas consiguieron expulsar a los yihadistas de la población e izaron la bandera iraquí en los edificios de la administración local, después de irrumpir en la localidad desde tres frentes. Las fuerzas gubernamentales mataron a decenas de terroristas en los combates por hacerse con el control de esta población, destacado feudo del EI en la provincia de Nínive, de la que Mosul es capital. En el interior de la urbe, las tropas ralentizaban ayer su avance en la parte oriental e irrumpían en los barrios de Al Zahrá y Al Qadesiya, además de situarse junto a los de Al Bakr y Al Tahrir, todos en el este de Mosul. Las fuerzas están eliminando los explosivos y evacuando a los civiles de esas zonas, mientras limpian los barrios de Al Karama, Shuqaq al Jadraa y Al Qudis de las bolsas de resistencia del EI que permanecen en su interior.

Por su parte, los yihadistas, después de retirarse en un primer momento, están infiltrándose y llevando a cabo ataques suicidas contra las tropas, que luchan por asegurar su control sobre las áreas del este de Mosul.

Seguridad y orden Una vez que las fuerzas iraquíes retomen el control de la ciudad de Mosul, la Policía se centrará en “devolver la confianza a la gente en las tropas y las autoridades”, aseguró ayer el máximo responsable policial de la provincia de Nínive, Wafeq Mohamed Abdelqader. El teniente general Abdelqader se refirió así a la pérdida de confianza de los habitantes de Mosul en sus autoridades, después de que las fuerzas iraquíes huyeran de la capital de Nínive en junio de 2014, cuando se produjo la invasión del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

A su juicio, la recuperación de esa confianza pasa por “mantener el orden y la seguridad” en la urbe, la segunda más importante de Irak.

“Uno de nuestros objetivos es limpiar la ciudad de yihadistas y lo haremos, aunque éstos se infiltren, porque tenemos sus nombres”, afirmó.

Con respecto a las denuncias de la ONU y organizaciones internacionales sobre los presuntos abusos y expulsiones cometidos por las milicias chiíes Multitud Popular y las fuerzas kurdas o “peshmergas” contra los árabes suníes en las ciudades liberadas, Abdelqader negó que sea algo generalizado. “Puede que haya algún caso aislado y entonces nos ocuparemos de ello”, aseguró.