El Cairo/Erbil - El líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y autoproclamado califa, Abu Bakr al Bagdadi, urgió ayer a sus combatientes a no abandonar el frente de batalla de su bastión iraquí de Mosul, en un mensaje desafiante pero con aires derrotistas. “No huyáis, ya que esta guerra es global. La gran yihad (guerra santa) solo aumenta nuestra fe firme y estamos convencidos de que esto es el preludio de la victoria”, dijo Al Bagdadi en un intento de infundir aliento en sus filas.
Este mensaje sonoro de 31 minutos de duración, titulado “Esto es lo que nos prometió Alá” y cuya veracidad no pudo ser confirmada, es el primero del líder yihadista desde que comenzó el pasado 17 de octubre la ofensiva militar contra Mosul. De hecho, Al Bagdadi no difundía un audio en los foros yihadistas desde hace casi un año y en varias ocasiones se le dio por muerto o herido, aunque se cree que permanece en Mosul, la capital de Nínive y la segunda ciudad de Irak. A sus acólitos, el califa aseguró que “conservar el territorio con honor es mil veces más fácil que retirarse en la vergüenza”, al tiempo que les instó a obedecer las órdenes de sus emires.
“Cuidado con ser débiles en la yihad contra el enemigo”, advirtió a sus huestes, una palabras que parecen llegar en respuesta a los casos de huida y rendición en el campo de batalla.
En opinión del director del Centro para Estudios de Oriente Medio de Beirut, Haizam Muzahem, el mensaje trata de animar a los yihadistas a “resistir y defender su capital Mosul”.
infundir moral a sus seguidores “Al Bagdadi quiere infundir moral a sus seguidores y movilizarlos para que no se retiren de la batalla de Mosul”, dijo el analista, que hizo hincapié en las informaciones de que hay combatientes que están huyendo y tribus suníes que se han rendido. Pese a las noticias desalentadoras, Al Bagdadi mantuvo su desafío al mundo. Con voz pausada y un discurso plagado de referencias a versículos del Corán y dichos del profeta Mahoma, llamó a proseguir la lucha para proteger Nínive, que calificó de “uno de los faros del islam bajo el gobierno del califato”. “Brigadas de combatientes, columnas de mártires (suicidas) partan con la bendición de Dios ya que esta guerra es vuestra (...) destruyan sus hogares y conviertan su sangre en ríos”, pidió en alusión al castigo que según él merecen sus enemigos.
En su alocución, el líder yihadista lanzó, asimismo, un mensaje a los suníes de Irak, la misma rama del islam que profesa su grupo, con el objetivo de ganar nuevos adeptos. “Los suníes de Irak aún permanecen como espectadores silenciosos pese al maltrato y la humillación que sufren del Gobierno chií”, lamentó Al Bagdadi. Para caldear los ánimos, el califa denunció que “los chiíes invaden vuestros territorios con el pretexto de combatir al EI, matan a los hombres, toman prisioneras a sus mujeres y los desplazan de sus hogares”.
Al Bagdadi no olvidó lanzar sus dardos contra Occidente, en concreto a Europa, a la que definió como “cuna de los cruzados” y la acusó de intentar “invadir la tierra del islam y los musulmanes”.
También contra Arabia Saudí, por “promover el laicismo y participar en las campañas militares en Irak y Siria”; y contra Turquía, país al que amenazó con “invadir y aterrorizar”.