PEKÍN. La policía china ha detenido a 19 personas en Shanghái por vender unas 300 toneladas de leche en polvo caducada, en un nuevo escándalo de seguridad alimentaria relacionado con productos lácteos en el país, informó hoy el diario Shanghái Daily.

Los sospechosos, al parecer, gestionaban una empresa que empaquetaba leche caducada de la empresa neozelandesa Fonterra -una de las marcas más populares en China- en pequeños envases para revenderla por debajo del precio de mercado, según el medio local.

Tras una investigación que ha durado varios meses, la policía descubrió que uno de los sospechosos vendió el producto en mal estado a otra empresa, que a su vez supuestamente revendió casi 200 toneladas a distribuidores de Shanghái y de las provincias de Jiangsu, Henan y Qinghai, que los pusieron a la venta en internet y al por mayor.

Las autoridades se han incautado de cien toneladas de productos y han cerrado los portales en internet que ponían la leche caducada a disposición de los clientes.

El escándalo vuelve a golpear una industria ya de por sí en entredicho, que acumula numerosos casos de venta de alimentos en mal estado o adulterados entre la creciente preocupación de la población.

El sector lácteo ha destacado en los últimos años por ser uno de los más afectados por este tipo de casos.

En 2008, seis bebés murieron y más de 300.000 se vieron afectados por leche en polvo de una marca local adulterada con melamina, que provocó que los chinos comenzaran a optar por firmas extranjeras en busca de seguridad.

Otro escándalo, en 2013, dejó a los chinos sin productos lácteos en los que confiar, después de que la neozelandesa Fonterra admitiera que algunos de sus productos exportados a China estaban contaminados con una bacteria a causa de una tubería sucia en una de sus plantas.