moscú - El Estado Mayor del Ejército ruso se mostró ayer dispuesto a garantizar la “salida segura” de los rebeldes armados de Alepo y el suministro de ayuda humanitaria a la población civil. “Estamos dispuestos a garantizar la salida segura de los combatientes con armas, el paso de los civiles de la parte oriental de Alepo y su retorno, y también el suministro de ayuda humanitaria”, dijo el general Serguéi Rudskói en un comunicado.

Subrayó que en la carretera de Castello existe “un corredor abierto” para los miembros de los grupos armados que desean abandonar el este de Alepo. “El Gobierno sirio garantiza la seguridad de los hombres armados que decidan dejar el este de Alepo con sus armas con destino a otras zonas del país a su elección”, agregó. Al respecto, el general ruso criticó a EEUU y a las organizaciones internacionales por no trabajar más activamente para persuadir a los rebeldes a que abandonen dicha ciudad, donde también tiene sus posiciones el Frente para la Conquista del Levante (antiguo Frente al Nusra, en su día vinculado a Al Qaeda). Además, agregó, para que los mujeres, niños, enfermos y heridos sean evacuados de la ciudad, los combatientes deben desminar los accesos a los corredores humanitarios, permitir la libre circulación de civiles y dejar de disparar contra ellos. Rusia está dispuesta a organizar “pausas humanitarias” en los bombardeos aéreos de la zona para permitir la entrada de ayuda, alimentos y medicinas. “Pero esto requiere garantías de seguridad por parte de las bandas armadas para evitar la repetición del ataque contra el convoy humanitario de la ONU ocurrido el 19 de septiembre”, matizó.

Mientras tanto, los bombardeos y los disparos de cohetes continuaban ayer castigando Alepo, donde al menos doce personas murieron, mientras que las fuerzas gubernamentales recuperaron algunos puntos en el norte de la urbe. El director del Hospital Quirúrgico Al Bayan, Mahmud Rahim Abu Bakr, explicó por teléfono a Efe que “desde hace tres días Alepo sufre ataques aéreos continuos”. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos doce personas fallecieron por los ataques de aviones de combate en la parte oriental de la población y los disparos de proyectiles de facciones insurgentes e islámicas contra los distritos del oeste, en poder de las autoridades.

En declaraciones a la televisión francesa, el presidente ruso, Vladímir Putin, se mostró ayer dispuesto incluso a desplegar tropas para garantizar la entrada de los convoyes humanitarios en Alepo, aunque solo si EEUU hacía lo mismo, a lo que Washington se negó. “Nos llegó una propuesta exótica. Les voy a sorprender: nos plantearon que nuestras fuerzas, los soldados rusos, se desplegaran en esa carretera y garantizaran la seguridad. Yo dije: lo haremos, pero sólo junto con los estadounidenses. Propóngales esto”, dijo. Putin agregó: “(Los norteamericanos) Se negaron. No quieren levantarse y separar los destacamentos militares opositores de los grupos terroristas”.

Según Putin, Occidente tropieza una y otra vez “con la misma piedra”, ya que “quiere utilizar el potencial militar de esas organizaciones terroristas y radicales para lograr sus objetivos políticos, en este caso la lucha contra el presidente (sirio, Bachar el) Asad”. En Washington “no entienden que después no lograrán ponerles las riendas y hacerles vivir según normas civilizadas”, señaló.

Rusia y EEUU acordaron celebrar mañana en Lausana una reunión de ministros de Exteriores sobre Siria, el primer encuentro entre ambas partes desde que Washington suspendió la cooperación bilateral con Moscú para el arreglo del conflicto. - Efe