Bilbao - ¿Qué supone la paz de Colombia para el continente?
-Hay un factor muy importante. He tenido la suerte de trabajar en organismos regionales y subregionales en América Latina; en el Gobierno mexicano también tuve la oportunidad de trabajar con todos los países de la región, y siempre hubo un país que me llamó la atención en términos de su pujanza, de su empuje, y sobre todo de su habilidad para salir adelante, y ese es Colombia. Ciertamente, es un resultado que nadie esperaba, pero estoy seguro de que Colombia, con esa historia de dinámica permanente y su interés de sacar adelante el desarrollo de país, lo va a lograr.
¿Cómo puede beneficiar la paz en términos económicos?
-Las últimas cifras en Colombia han sido positivas, hay un crecimiento económico, también han crecido las inversiones del exterior. Es un país que ha podido mantener una línea de política económica estable que siempre ha sido ejemplo en América Latina.
¿Cómo definiría el momento que atraviesa América Latina?
-Momentos muy difíciles. Hubo en los últimos años un crecimiento sostenido que benefició a gran parte de los países de la región con crecimientos importantes de inversiones extranjeras, tema de infraestructuras y, lo más importante, que hubo muy significativas políticas públicas a favor de la igualdad. Prácticamente 60 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza, 90 millones se incorporaron a la clase media. Pero ahora se están dando cifras que indican que un buen número de personas están regresando a la pobreza y algunas de ellas a los niveles más bajos de la misma. Aquí es donde hace falta una tarea nacional de cada país por continuar estableciendo esas políticas públicas.
¿Es ese el principal reto?
-Si no se lleva a cabo eso va a tener consecuencias muy claras en temas muy difíciles como es el tema de violencia, del crimen organizado.