bogotá - Los negociadores de paz del Gobierno colombiano aseguraron ayer que con el cese el fuego bilateral y definitivo con las FARC la fuerza pública podrá redoblar su capacidad institucional y controlará los territorios que durante años ocupó esa guerrilla. “Queremos transmitirle a los colombianos la certeza de que este equipo negociador no ha sido ingenuo, de que habrá actores que quieran persistir en el delito y mantenerse en esa condición”, afirmó en rueda de prensa el exdirector de la Policía, general retirado Óscar Naranjo, miembro del equipo negociador.

El Gobierno y las FARC pusieron en vigor el alto el fuego bilateral y definitivo, producto del acuerdo de paz anunciado el pasado miércoles en La Habana, que deberá ser ratificado en un plebiscito popular el próximo 2 de octubre. En ese sentido, Naranjo señaló que “la capacidad excedente” con la que va a contar la fuerza pública a partir de ahora “aumenta de manera sustancial” para “someter a los criminales al imperio de la ley”.

Tras la firma del acuerdo con las FARC todavía queda una guerrilla activa en Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que cuenta con unos 1.500 miembros en armas. Además, hay un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), que se desmovilizó en 1991 y cuyos supervivientes son considerados por el Gobierno como una banda de narcotraficantes, así como el Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país nacida tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y otras organizaciones criminales. - Efe