moscú - El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, aseguró ayer que el Kremlin podría plantearse romper relaciones diplomáticas con la vecina Ucrania si no le quedara otra opción, en medio de las actuales tensiones entre ambos países. “Sabe usted, en la historia ha habido de todo. Le recuerdo de los conocidos acontecimientos se rompieron las relaciones con Georgia”, dijo Medvédev en respuesta a la posibilidad de romper lazos con Kiev.
Medvédev agregó que no le gustaría que eso mismo ocurriera con Ucrania, pero matizó que “si no hay otra opción de influir en la situación, el presidente (de Rusia, Vladímir Putin) podría adoptar esa decisión”. “La decisión final, desde luego, corresponde al presidente del país, que es el responsable de la política exterior del Estado”, subrayó en Sochi (mar Negro), donde asiste a la reunión de jefes de Gobierno de la Unión Económica Eurasiática.
Tachó de “crimen contra el Estado y el pueblo rusos” la campaña de atentados terroristas que, según Moscú, los servicios de inteligencia ucranianos planeaban realizar en la península de Crimea. El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB) denunció el miércoles que grupos de la inteligencia militar ucraniana intentaron infiltrarse en Crimea en dos operaciones de sabotaje -una en la madrugada del 7 de agosto y otra el día 8- con el objetivo de atentar contra “infraestructuras vitales de la península”. Un agente del FSB y un militar ruso murieron en enfrentamientos con los ucranianos, que según Moscú apoyaron con fuego de blindados el segundo intento de incursión en una península que los rusos consideran parte inalienable de su territorio.
“Sin duda, no vamos a dejar pasar estas cosas”, advirtió Putin, que acusó a Kiev de llevar cabo “juegos peligrosos”. En respuesta, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que calificó de “cínicas” las acusaciones de Putin, puso ayer en “máxima alerta de combate” a su Ejército en la frontera administrativa con Crimea y en la línea de separación de fuerzas del este de Ucrania. EEUU y la OTAN no dudaron en alinearse con Kiev al asegurar que Rusia no ha presentado “ninguna prueba” que confirme las acusaciones y recordaron la creciente actividad militar rusa en la zona. - Efe