Roma - Miles de inmigrantes permanecen bloqueados en distintas ciudades del norte de Italia, ya que los estados vecinos han intensificado sus controles fronterizos e impiden que prosigan su viaje hacia otros países de Europa, una situación que ayer volvió a producirse.

Es el caso de ciudades como Milán, Como o Ventimiglia, donde numerosos inmigrantes -cuya llegada al país aumenta en verano- se agrupan después de ser rechazados por países como Francia, Austria y Suiza. El municipio italiano de Ventimiglia (noroeste) se encuentra en la frontera con Francia, cerrada por las autoridades galas desde el verano del año pasado para aquellos inmigrantes que carecen de documentación y de estatus de refugiado.

La Cruz Roja (CRI) ha habilitado desde el 15 de julio un campamento en el que anteanoche durmieron alrededor de 600 inmigrantes, si bien durante el día la cifra asciende, ya que muchos llegan para comer, informó a Efe la portavoz Fiammetta Cogliolo. La fuente, que opera en la zona, refirió que las llegadas de inmigrantes a Ventimiglia ha alcanzado “números muy altos” que no esperaban y por lo que el campamento está saturado y muchos inmigrantes han tenido que dormir en el exterior.

El jefe de la Policía italiano, Franco Gabrielli, visitó el martes la localidad y anunció que próximamente comenzarán los traslados de inmigrantes que no hayan solicitado el permiso de residencia a otros centros del las vecinas regiones de Piamonte y Lombardía. Cogliolo señaló que los traslados aún no han comenzado, que todo “está tranquilo” y mostró su desacuerdo con la medida, ya que solo el 10% de los inmigrantes aceptarían quedarse en Italia y que, en caso de ser trasladados, “después regresarían”.

Por otro lado, Milán, según datos del ayuntamiento, acoge a alrededor de 3.200 inmigrantes que campan en torno a la estación central de ferrocarril a causa del cierre de la frontera suiza, a unos 60 kilómetros de distancia. El alcalde, Giuseppe Sala, ha llamado a la colaboración para hacer frente a esta situación y este martes afirmó que “probablemente” se habilitará un antiguo cuartel para alojar a todas estas personas de “un modo más digno”.

La capital lombarda afronta un flujo migratorio elevado proveniente del sur, dada su condición de importante ciudad y encrucijada en el norte, desde donde los inmigrantes tratan de llegar a otros países europeos.

Se espera que el Gobierno haya aprobado en el Consejo de Ministros de este miércoles una serie de medidas e incentivos para ayudar a los alcaldes en la gestión de esta situación. Según fuentes del Ministerio del Interior consultadas por Efe, el número de inmigrantes que desembarcó en el país en lo que va de año fue de 100.328 a fecha de 9 de agosto, un 0,52 menos que el año pasado, cuando fueron 100.853.

a nado a francia Un centenar de inmigrantes lograron llegar a suelo francés después de romper el cordón policial que mantenía cerrado el paso fronterizo en la localidad italiana de Ventimiglia, donde habían acampado a la espera de cruzar el confín, el pasado día 5. Alrededor de doscientos inmigrantes permanecían acampados en el pinar de Balzi Rossi, próximo a la frontera italo-francesa, que mantiene fuertes controles policiales desde hace meses para impedir su paso a Francia, informaron los medios locales. Decenas de ellos alcanzaron la costa francesa a nado.

En un momento dado, los inmigrantes lograron romper el cordón policial y un centenar de ellos cruzaron el paso fronterizo y alcanzar el municipio galo de Menton (sureste). De acuerdo a las mismas fuentes, lograron cruzar el confín un centenar de inmigrantes y para ello algunos se lanzaron al mar para alcanzar territorio francés a nado. Este hecho se produjo en medio de cierta tensión, ya que la policía persiguió a los inmigrantes y llegó incluso a lanzar gases lacrimógenos para impedir su paso.

Ventimiglia está en la frontera entre Italia y Francia, a orillas del Mediterráneo, y permanece cerrado desde el verano del año pasado para los inmigrantes que quieren abandonar Italia y proseguir su viaje hacia Europa. El presidente de la región de Liguria (noroeste), Giovanni Toti, ha denunciado que Ventimiglia “está viviendo otro verano de emergencia” y ha pedido al Gobierno que actúe y contenga la llegada de inmigrantes a las costas. “El aumento de los desembarcos, ampliamente esperable en verano, agrava aún más un problema de todo el país, ante la ausencia de respuestas mínimamente aceptables por parte de la Unión Europea”, denunció en Facebook. - Efe / DNA