Washington - El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, dio ayer marcha atrás en su decisión de no apoyar al presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, y al senador John McCain, con los que mantiene un pulso desde hace meses y que enfrentan primarias del partido para presentarse a la reelección.

En un acto en Wisconsin, el estado de Ryan, Trump mostró su apoyo por ambos dirigentes y expresó su deseo de “trabajar juntos para el cambio real” y “para la misión compartida de hacer América (Estados Unidos) grande otra vez”.

Ryan enfrenta unas primarias por su escaño de Wisconsin el próximo martes, mientras que McCain en Arizona el 30 agosto.

El pasado martes, el controvertido candidato a la Casa Blanca se había negado a apoyarlos en esas primarias republicanas, con lo que rompió una tradición política estadounidense y evidenció la persistente división que hay en el partido. “Me gusta Paul (Ryan), pero estos son momentos horribles para nuestro país. Necesitamos un liderazgo muy fuerte. Un liderazgo muy, muy fuerte. Aún no he llegado allí (a poder apoyar a Ryan)”, aseguró entonces.

Por el contrario, el magnate alabó a Paul Nehlen, el rival que disputa el asiento por Wisconsin a Ryan, tercer hombre fuerte en la jerarquía de poder estadounidense. Pero su mensaje el viernes fue distinto: “Apoyo a nuestro presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. Es un buen hombre. Quizás discrepemos en un par de cosas, pero generalmente estamos de acuerdo”.

En el acto de Wisconsin, Trump también se desdijo de sus comentarios anteriores sobre McCain: “Tengo una gran estima por el senador. Por su servicio a nuestro país en uniforme y como cargo electo. Le apoyo totalmente en su reelección. Muy importante”. A principios de semana, el magnate neoyorquino había dicho que el senador por Arizona, quien fue prisionero de guerra en Vietnam, “no ha hecho muy buen trabajo con los veteranos” de guerra.

los más críticos Tanto Ryan como especialmente McCain han sido dos de los pesos pesados del partido más críticos con Trump, evidenciando la división en los republicanos pese a la imagen de unidad que trataron de mostrar en la convención de Cleveland. La última vez que ambos alzaron sus voces contra Trump fue a principios de esta semana, por el enfrentamiento que el magnate mantuvo con los padres de un soldado estadounidense musulmán muerto en Irak en 2004 que intervinieron en la Convención Demócrata.

Las últimas encuestas sobre la contienda por la Presidencia de EEUU reflejaron el jueves el impacto de la mala semana que ha tenido Trump, protagonista de varias salidas de tono y desencuentros con líderes del partido, aunque su campaña negó estar atravesando una crisis. El sondeo más reciente de la cadena conservadora Fox, divulgado el miércoles, otorgó al candidato republicano un apoyo a nivel nacional del 39% frente al 49% de su rival demócrata por la Casa Blanca, Hillary Clinton.

En Wisconsin, el candidato republicano dejó entrever que rebaja su tono ante las adversas recriminaciones de los pesos pesados de su partido, justamente cuando la campaña está a punto de entrar en su fase más intensa. Y es que hasta la presidenta ejecutiva de Hewlett Packard, Meg Whitman, destacada donante republicana, va a votar a Hillary Clinton. - M.Burgués/DNA