estambul - Las autoridades turcas ultimaban ayer los preparativos para la manifestación antigolpista que se celebrará hoy en Estambul y que probablemente se convertirá en una de las mayores congregaciones de la historia de Turquía. Convocado bajo el patrocinio del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y con apoyo de la Alcaldía y el gobernador de Estambul, el Encuentro por la democracia y los mártires pretende expresar el rechazo popular a la intentona golpista del pasado 15 de julio.
Aunque el encuentro fue anunciado y promovido por Erdogan, también los líderes de dos de los tres partidos de la oposición participarán en él y han convocado a sus seguidores. El dirigente del socialdemócrata CHP, Kemal Kiliçdaroglu, había rehusado inicialmente compartir escenario con los cargos del Gobierno pero ayer su partido anunció que estaría entre los oradores del mitin. También estará el dirigente del partido ultranacionalista MHP, Devlet Bahçeli, mientras que el partido izquierdista y prokurdo HDP, tercero en escaños del Parlamento, no ha sido invitado.
Con este mitin se pondrá fin a la llamada “guardia democrática”, es decir, las congregaciones de seguidores de Erdogan que ocupan noche tras noche numerosas plazas del país, donde escuchan los discursos de altos cargos del Gobierno. El Ejecutivo estima que hasta 3,5 millones de personas podrían reunirse hoy en Yenikapi. En el lugar, ya se han dispuesto 2,5 millones de banderines turcos, 1,5 millones de gorras y 5 millones de botellines de agua, informó ayer la cadena CNNTürk. Unas 13.000 personas, aparte del dispositivo policial, trabajarán durante la jornada y habrá 165 arcos detectores de metal y 22 aparatos de rayos X para garantizar la seguridad.
Entretanto, miles de jueces permanecen en prisión preventiva, acusados de vínculos con las redes responsables del fallido golpe, pero sin pruebas de delitos concretos y con enormes restricciones en su defensa legal, denuncian juristas turcos. Más de 2.700 jueces y fiscales fueron detenidos el mismo sábado 16, horas después de evidenciarse el fracaso del golpe, y según las últimas cifras oficiales de hace diez días, casi 1.700 han pasado a prisión preventiva.
Los detenidos “se enfrentan a dos acusaciones: ser miembro de una organización terrorista y conspirar para derrocar el Gobierno”, explicó el abogado Elkan Albayrak, que representa a varios jueces y fiscales detenidos. La “organización terrorista” hace referencia a la cofradía de Fethullah Gülen. El propio Erdogan admitió que las detenciones se pudieron realizar de forma tan rápida tras el golpe porque el Gobierno tenía “inteligencia previa”, en referencia a información relativa a los sospechosos, aportada por los servicios secretos. La penetración social de la cofradía, sobre todo en Policía, Judicatura y Enseñanza, construyendo una especie de Estado paralelo recuerda Albayrak, es un hecho que “fue denunciado durante años por la oposición socialista y por los sindicatos, pero el Gobierno dio espacio a sus escuelas y apoyo financiero”. - Efe