Washington. El hasta hoy jefe de Policía de San Francisco (EEUU), Greg Suhr, presentó hoy su renuncia después de que se lo pidiese el alcalde de la ciudad, el mismo día en que agentes de su cuerpo dispararon contra una sospechosa afroamericana y le causaron la muerte.
La muerte hoy de la mujer a manos de la Policía incrementó la tensión entre algunos vecinos de San Francisco, en su mayoría minorías, y las fuerzas de seguridad, a las que acusan de llevar a cabo prácticas racistas y de protagonizar episodios de abuso de autoridad.
"Anteriormente expresé mi confianza en el jefe Suhr porque sé que él está de acuerdo y comprende que necesitamos una reforma. Pero tras el tiroteo de esta mañana y mi reunión con él, he llegado a otra conclusión sobre cuál es la mejor manera de proceder", indicó en una rueda de prensa el alcalde de San Francisco, Ed Lee.
La destitución de Suhr se suma a la de otros jefes de policía de todo el país que han perdido sus cargos durante los últimos meses a raíz de una oleada de protestas callejeras contra las fuerzas del orden a las que acusan de perseguir a las minorías y abusar de su posición.
En el caso de San Francisco, el cuerpo de Policía local había sido objeto de críticas al revelarse unos mensajes racistas intercambiados por algunos de sus agentes y por la muerte en diciembre pasado de Mario Woods, un negro sospechoso de haber apuñalado a un hombre y contra quien los agentes dispararon.
En cuanto al suceso de hoy, la Policía explicó que halló a la mujer en un coche que había sido robado, ante lo que procedieron a detenerla, pero ésta se dio a la fuga hasta chocar con otro vehículo y, mientras intentaban arrestarla, por lo menos uno de los agentes disparó y le causó la muerte.