Kiev - Ucrania recordó ayer con un minuto de silencio el 72 aniversario del comienzo de la deportación estalinista de los tártaros de Crimea, en medio de la tensión con Rusia por la victoria de la cantante tártara Jamala en Eurovisión. Los asistentes, entre los que figuraban tártaros que tuvieron que abandonar Crimea desde la anexión rusa de la península en marzo de 2014, se concentraron al mediodía en el centro de Kiev y de otras ciudades ucranianas con banderas ucranianas y tártaras. Tras el minuto de silencio, que también fue también observado por las televisiones y radios ucranianas, los claxon de los coches sonaron al unísono y las mezquitas celebraron servicios a mediodía en tributo a esa minoría musulmana. El Gobierno ucraniano, que se ha dirigido a la comunidad internacional para que reconozca como genocidio la deportación, organizó la campaña: “El 18 de mayo todos somos tártaros de Crimea. Yo sufrí el genocidio”. El presidente, Petró Poroshenko, ofreció ayer sus condolencias a los tártaros, que hasta la anexión rusa representaban el 12% de la población de la península de Crimea (unos 300.000). “El 18 de mayo de 1944 comenzó la criminal expulsión de los tártaros de Crimea. Compartimos vuestro dolor”, escribió en Twitter.

‘1944’, la canción Precisamente, 1944 fue el título de la canción con la que Jamala ganó el festival de Eurovisión superando a la gran favorita, Rusia, que denunció el resultado, aduciendo que el tema era claramente político.

Una iniciativa popular, que reunió más de 300.000 firmas, pidió la revisión del resultado, pero los organizadores del concurso rechazaron ayer la petición. Jamala, que rechaza la anexión rusa al igual que el resto de tártaros de Crimea, dijo que la canción se basaba en la experiencia personal de su abuela, que fue deportada a Asia Central junto a otros 200.000 tártaros.

Los tártaros de Crimea, primos hermanos de los tártaros rusos, fueron los principales pobladores de la península bañada por el mar Negro hasta que el Imperio ruso conquistó el territorio en el siglo XVIII.

tártaros, chechenos e ingushes Durante el estalinismo los tártaros, al igual que chechenos e ingushes, fueron deportados en masa a repúblicas de Asia Central y solo pudieron regresar a Crimea durante la Perestroika y masivamente tras la caída de la Unión Soviética en 1991.

A finales de abril el Tribunal Supremo de Crimea prohibió las actividades de los Medzhlis, la Asamblea Popular de los tártaros, al calificarla de organización extremista por negarse a aceptar la anexión rusa.

Los dos principales líderes tártaros, Mustafá Dzhemílev y Refat Chubárov, se encuentran en el exilio en Kiev, y en 2014 se les prohibió entrar en Rusia durante cinco años, mientras a los tártaros que se quedaron en la península se les urge a adoptar la ciudadanía rusa.

El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU denunció que los representantes de esa minoría en Crimea han sido intimidados, perseguidos y encarcelados en los últimos dos años por las autoridades rusas. Los tártaros solicitaron ayer a Ucrania la creación de una república autónoma tártara en Crimea, península bajo control ruso, con ocasión del 72 aniversario de la deportación masiva de esa minoría étnica en tiempos de Stalin, en 1944.

La petición fue aprobada durante un mitin multitudinario que se celebró en la ciudad de Guenichesk, en la provincia de Jersón, cerca de la península de Crimea anexionada por Rusia en marzo de 2014. - Efe