bruselas - Bruselas intenta volver a la normalidad. El aeropuerto internacional de Bruselas tiene previsto retomar hoy parcialmente su actividad comercial doce días después de los atentados terroristas del 22-M, que todavía ayer fueron el origen de protestas ciudadanas que acabaron con una treintena de detenidos, entre ellos cinco españoles.
El consejero delegado de la compañía gestora del aeródromo de Bruselas-Zaventem, Arnaud Feist, anunció la decisión en rueda de prensa y dijo que, aunque la oferta inicial será “limitada”, el objetivo es volver a la capacidad máxima antes de las vacaciones de verano. Asimismo consideró que la pronta reapertura es una señal de “esperanza” tras los ataques que golpearon el propio aeropuerto y la estación de metro de Maelbeek.
El aeropuerto solo será accesible en coche o en taxi durante los primeros días y todos los vehículos deberán hacer uso del aparcamiento P2. Desde allí los pasajeros accederán a la infraestructura temporal del aeropuerto. Habrá cámaras de lectura de matrículas y controles aleatorios de los vehículos que se acerquen, así como un “precontrol” sistemático de los billetes y documentos de identidad. El aeropuerto instalará, también, detectores de metal y de rayos X a la entrada, y antes de pasar a la zona de embarque habrá otros controles con escáner de los equipajes de mano.
renovación El siguiente paso será comenzar los trabajos de renovación de la terminal donde tuvieron lugar dos explosiones cuando se hicieron saltar por los aires dos kamikazes. Esa renovación incluirá nuevas medidas de seguridad y una nueva “arquitectura”, dijo el consejero delegado.
Los atentados de Bruselas estuvieron también ayer en el origen de diversas protestas que tuvieron lugar en la capital belga. Las concentraciones y protestas estaban prohibidas ayer en toda Bruselas a raíz de que el grupo francés de extrema derecha Generación Identitaria convocase una manifestación de rechazo al islam en el distrito bruselense de Molenbeek. “No se puede equiparar una concentración fascista con una concentración ciudadana precisamente en contra de la xenofobia y el racismo”, dijeron fuentes del 15-M español, presentes en la manifestación. Estas mismas fuentes criticaron que una semana antes la policía escoltase a un grupo de radicales de extrema derecha hasta la plaza de la Bolsa, donde se produjo una concentración de homenaje a las víctimas y contra el terrorismo que quedó empañada por sus cánticos xenófobos y por sus agresiones a los presentes.
En Molenbeek, hubo un fuerte despliegue policial pese a que la concentración de extrema derecha había sido prohibida y a que los organizadores habían cancelado la protesta.
A primera hora de la tarde el ambiente era tenso pero sin incidentes, y solo se produjeron dos detenciones de dos extremistas de derecha que se encontraban en un coche y estaban en posesión de armas prohibidas y de cócteles molotov. Sin embargo, a medida que avanzó la jornada la situación se fue complicando y cerca de una decena de extremistas de derechas fueron detenidos en los alrededores, según la cadena flamenca VTM, que añadió que varios jóvenes de Molenbeek atacaron a la policía. Poco después, un vehículo entró por las calles cercanas a la plaza del Ayuntamiento a toda velocidad portando una bengala y arrolló a una mujer, que tuvo que ser trasladada en ambulancia. - Efe
Molenbeek, con dificultades. Françoise Schepmans, la alcaldesa, reconoció que la zona vive dificultades y está trabajando para atajar cualquier tipo de radicalismo y para educar a sus jóvenes.
‘Cacemos al islamista’. El lema de la manifestación de ultraderecha, que fue prohibida por la policía y desconvocada por quienes la organizaron, tenía como eslogan Cacemos al islamista. Para la alcaldesa de Molenbeek, se trata de una provocación.