riad - La oposición siria decidió ayer formar un equipo para negociar con el régimen de Bashar al Asad y fijó las principales líneas para esas futuras conversaciones, en el acuerdo más amplio adoptado hasta el momento por los disidentes para poner fin al conflicto en Siria.

Al término de una reunión de dos días celebrada en la capital de Arabia Saudí, las principales facciones políticas y militares de la oposición anunciaron que están dispuestas a negociar con representantes del régimen de Damasco, con el que se sentaron por última vez en 2014.

Asimismo, decidieron formar una delegación que represente a la oposición en esas eventuales conversaciones, para las que aún no hay fecha, pero a las que los disidentes quieren llegar unidos y con una postura común.

El equipo negociador tendrá 32 miembros, según el acuerdo alcanzado, e incluye a la principal agrupación opositora en el exterior, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), con nueve delegados, y uno de los grupos más destacados de la oposición interna, el Consejo de Coordinación Nacional (CCN), con cinco. Asimismo, habrá ocho delegados independientes, entre los que destacan Ahmad Yarba, expresidente de la CNFROS, y Louay Hussein, dirigente de la Corriente Construyendo el Estado Sirio.

Cabe destacar la presencia de representantes, aunque en menor número, de grupos armados rebeldes, entre los que hay facciones de tendencia islámica y el moderado Ejército Libre Sirio (ELS).

Los opositores confirmaron que el documento aprobado en esa ocasión deberá ser la base de cualquier proceso de paz, desarrollado bajo el paraguas de la ONU y del grupo de los Amigos de Siria, en el que están EEUU, el Reino Unido, Francia, Alemania y varios países árabes.

A pesar de que Ginebra 1 fija la creación de un gabinete de transición con la participación de representantes del régimen, la oposición siria ha querido dejar claro en Riad que en el futuro gobierno de Siria “no hay lugar para Al Asad ni mandos militares ni dirigentes” de su régimen.

Las facciones discreparon en las reuniones sobre el papel que debía tener el mandatario sirio en esa etapa, pero finalmente han exigido su marcha, tal y como ha sostenido desde siempre la gran mayoría de los grupos, excepto la oposición interna tolerada por Damasco.

Asimismo, los opositores dejaron muy clara su postura respecto a las injerencias externas, tanto en el actual conflicto como en la transición política, que es “responsabilidad de los sirios con el apoyo de la comunidad internacional, en el respeto de la soberanía nacional y bajo un gobierno legítimo elegido” por el pueblo sirio.

Al mismo tiempo, pidieron la expulsión de Siria de todos los combatientes extranjeros, tanto las milicias como las fuerzas armadas, en referencia a las tropas rusas e iraníes, y milicianos libaneses que luchan en el bando gubernamental; además de yihadistas de múltiples nacionalidades que se han unido a las filas de los rebeldes radicales.