Bruselas - El cierre de los centros para todos los ciclos de enseñanza, desde las guarderías hasta la universidad, de los mercados, bancos y de todas las líneas de metro han marcado el inicio del lunes en Bruselas, primer día laborable bajo el nivel máximo de alerta (4) en la capital europea por el temor a una cadena de atentados similares a los del 13 de noviembre en París. Una situación que prolongará hoy, salvo en los colegios, pues el Gobierno decidió mantener la alerta máxima por cuarto día consecutivo. El resto del país estará en nivel 3.

El centro de Bruselas permanecía ayer semivacío, con la ciudad todavía sacudida por las decenas de registros llevados a cabo en la región bruselense y otros puntos del país desde los atentados de París. “Este fin de semana las ventas me han bajado un 80%”, se lamentó el propietario de una tienda de comestibles de Saint-Géry, céntrica zona de terrazas y copas ayer convertida en un área fantasma. “Donde normalmente podía haber mil euros en la caja al final del día, ahora hay 200”, se quejó el encargado de un puesto de kebab en la misma zona. Ambos abrieron sus negocios el fin de semana pese a las recomendaciones de la Policía de cerrar, pero el balance ha sido negativo para ellos. “Es una catástrofe”, indicó el responsable de un puesto de gofres en el Mont des Arts, ante el que, habitualmente, los turistas suelen hacer fila, y donde hoy apenas esperaba nadie.

Uno de los escenarios de las redadas de estos días, que mantuvieron pegadas a las redes sociales y a los medios de comunicación a los bruselenses, tuvo lugar en el cruce de la calle Midi y de Lombard, a apenas unos pasos de la Grande Place. Un vecino que asistió al despliegue narró: “Hubo un lío tremendo, aunque no pudimos comprender qué sucedía”, a lo que añadió: “Nos pilló por sorpresa, porque esta es una zona muy tranquila”.

Aunque la afluencia turística ha disminuido considerablemente estos días, y en los bares y restaurantes abundan las mesas vacías, ya el sábado por la tarde algunos curiosos se acercaron a la Grande Place, donde se terminaba de instalar el árbol de navidad. Ayer, grupos dispersos recorrían el centro y se hacían fotos junto a los vehículos militares diseminados por la zona, o se dejaban entrevistar por los numerosos medios de comunicación que ha congregado la extraordinaria situación. La presencia militar seguía siendo fuerte en Bruselas, sede de la OTAN y de las instituciones europeas. “Hemos estado siguiendo todo lo que pasaba por las redes sociales, y sabemos que hay peligro, pero al salir a la calle hemos visto mucha policía y eso nos ha hecho sentir seguras”, relató una turista norteamericana.

Nadie se atreve a decir hasta cuándo se prolongará la situación de alerta, que altera el ritmo de la población adulta y escolar. “Esto no se acabará mientras no cojan a Shala, que está por ahí escondido”, afirmó el propietario del puesto de comestibles de Saint-Géry, en referencia a Salah Abdeslam, el principal sospechoso fugado de los atentados de París y que todavía no ha sido localizado por la Policía. - Efe/E.P.

Escuelas. Los alcaldes de los 19 distritos que componen la región de Bruselas pidieron ayer al Gobierno federal un refuerzo de 288 policías adicionales para reabrir hoy las escuelas, cerradas por la alerta máxima terrorista vigente.

Redes sociales. La Policía belga agradeció ayer con una foto de comida para gatos publicada en Twitter la respuesta ciudadana a su petición de que no informaran del desarrollo de las operaciones antiterroristas en marcha, que desencadenó un aluvión de fotos y vídeos de gatos en redes sociales.