Beirut - Al menos 41 personas murieron y 200 resultaron heridas ayer en un doble atentado suicida reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra el barrio de Burch Barachne, uno de los feudos del grupo chií Hizbulá, en el sur de Beirut.

El ministro de Sanidad libanés, Wael Abu Faaur, dio las cifras de las víctimas en unas declaraciones en el lugar del ataque a la televisión de Hizbulá, Al Manar.

Por su parte, la Cruz Roja libanesa rebajó por el momento la cifra de fallecidos a 37 y la de heridos a 181, según anunció en su cuenta de la red social Twitter.

Un comunicado del Ejército detalló que uno de los suicidas hizo estallar su cinturón de explosivos a media tarde entre los barrios de Ain Sekkeh y Burch Barachne.

Un segundo terrorista se inmoló cerca del primero, lo que causó un gran número de víctimas, agregó el Ejército, que también informó de un tercer suicida que no logró explotar su cinturón y cuyo cadáver fue encontrado cerca del lugar del segundo ataque.

tercer terrorista Asimismo, el ministro libanés del Interior, Nuhad Masnuk, indicó a la Agencia Nacional de Noticias (ANN) que un tercer suicida formaba parte del ataque, pero falleció por el impacto de una de las explosiones antes de que pudiera detonar su propia bomba.

Varios testigos presenciales confirmaron esta teoría del tercer suicida en declaraciones a las televisiones libanesas que se desplazaron al sitio del atentado. La cadena Al Manar mostró imágenes de las víctimas de la explosión y las fachadas destruidas de las casas, mientras que fuerzas del Ejército libanés se desplegaban en la zona.

Horas después del ataque, el EI se atribuyó la autoría en un comunicado difundido en Internet.

“Los soldados del califato pudieron colocar una motocicleta explosiva en la calle Huseiniyah, en Burch Barachne, donde Hizbulá tiene su sede”, señaló el comunicado, que añadió que “otro soldado con un cinturón explosivo dio su vida”. “No pararemos hasta que nos venguemos”, agrega la nota de la organización terrorista.

El EI, de confesión suní, lucha en Siria contra los milicianos de Hizbulá, chií, que son aliados del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en el conflicto civil que tiene lugar en su país desde el año 2011.

Según la ANN, los tres terroristas responsables del ataque fueron los palestinos Hamed Rachid al Balegh y Ammar Salem al Rayes, así como el sirio Jaled Ahmed al Jaled.

Entre julio de 2013 y enero del 2014 una serie de atentados tomó como blanco los barrios del sur de Beirut, pero, a falta de confirmación oficial, este podría ser el más grave que se recuerda desde hace muchos años.

“Es un acto criminal injustificable”, afirmó Salam, que también instó a todos los libaneses “a la unidad y a la solidaridad”.

Este doble atentado suicida tiene lugar el día en el que el Parlamente libanés se reunió por primera vez en sesión plenaria desde hace más de un año.

El Líbano está sin presidente desde el 25 de mayo de 2014 por desavenencias entre los dos grupos que controlan el Parlamento.

El vacío presidencial y la parálisis del Parlamento a la hora de tomar decisiones han generado otros problemas sociales, como la reciente crisis de la basura, que dio lugar a protestas populares en las calles del Líbano hace dos meses.

El titular de Sanidad destacó en Al Manar que el doble atentado “impone una solución política en el Líbano” o de lo contrario, los acontecimientos van a llevar al país a una “sedición”.

El ejército sirio se hace con el control de dos feudos islamistas en Alepo. Las fuerzas del Ejército sirio, con el apoyo de milicianos del grupo chií libanés Hizbulá, tomaron ayer el control completo de las localidades de Al Hader y Al Ais, anteriormente feudos yihadistas situados al sur de Alepo, en el norte de Siria. Las fuerzas del régimen sirio y sus aliados están peinando las dos localidades, donde figuran unidades del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.

Tropas kurdas asedian Sinyar en su camino hacia Mosul. Más de 7.500 soldados kurdos y milicianos yazidíes irrumpieron ayer en la localidad de Sinyar, en el norte de Irak, en una ofensiva para liberarla del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y como preludio para recuperar la ciudad de Mosul. A su vez, 12.500 “peshmergas” y milicianos yazidíes apoyan la ofensiva desde las montañas que rodean Sinyar.