Nueva York - Los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y Rusia, Vladimir Putin, se saludaron ayer y brindaron en el almuerzo ofrecido por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a los jefes de Estado y Gobierno que asistían a la Asamblea General del organismo. Obama y Putin flanqueaban a Ban en una de las mesas dispuestas para el almuerzo y los fotógrafos captaron el brindis entre ambos, con el presidente estadounidense con rostro serio y el líder del Kremlin sonriente.

Los dos gobernantes hablaron durante la mañana ante la Asamblea General de la ONU y quedaron claras sus diferencias ante el conflicto en Siria, antes de la reunión bilateral que celebraron más tarde para abordar ese tema y la crisis ucraniana. En su discurso ante la Asamblea, Obama insistió en que el presidente sirio, Bachar Al Asad, debe renunciar para impulsar una “transición” que permita resolver el conflicto, mientras que Putin, en su intervención, pidió el apoyo de la comunidad internacional al “Gobierno legítimo” de Damasco.

La reunión de ayer entre Obama y Putin fue la primera formal entre ambos desde mediados de 2013. El almuerzo ofrecido por Ban consistió en un timbal de trucha ahumada y pepino, costillas de res caramelizadas acompañadas de un vino de la Patagonia argentina y una compota de frutas del bosque, según informó la ONU.

Durante el brindis a los asistentes, Ban recalcó la “bendición” que dejó el Papa Francisco en el libro de visitas de la ONU durante su reciente viaje a Nueva York, en la que expresó su “esperanza” en que las Naciones Unidas sirvan a los ciudadanos de todo el mundo “con humanidad, solidaridad y justicia”. - Efe