BRUSELAS. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo hoy que confía en que los países de la Unión Europea (UE), divididos sobre la gestión de la actual crisis migratoria, alcancen una "posición común" para responder de manera "ambiciosa" al problema.
En su discurso en la conferencia anual de embajadores de la UE, Tusk se refirió al reto que plantea la llegada de cientos de miles de inmigrantes a las fronteras exteriores de la Unión, en parte refugiados de Siria y de otros países, e indicó que para afrontarlo los Veintiocho deben "movilizar todas las herramientas disponibles, internas y externas".
"Asegurar nuestras fronteras es el reto más inmediato y difícil", señaló Tusk, quien dijo asimismo que está trabajando con los países para construir "un nuevo consenso" entre los gobiernos sobre la manera en que la UE debe responder a los flujos de demandantes de asilo.
El responsable comunitario aseguró que, tras el último Consejo Europeo celebrado en junio, "hemos avanzado ligeramente para lograr una posición común entre los Estados miembros".
En cambio, reconoció que ha habido "algunas tensiones entre los países", e incluso "una división entre el este y el oeste de la UE".
Recalcó que algunos estados miembros "piensan en contener la oleada de migración" por medios como el "controvertido muro" levantado por Hungría en sus fronteras exteriores, mientras que otros países hablan de repartir a los demandantes de asilo o de establecer una base obligatoria de cuotas, apuntó.
"Hacer que nuestras fronteras sean seguras es el desafío más inmediato y duro", aseguró, a la vez que recalcó que la meta es asimismo "garantizar que la gente que necesita ayuda reciba protección internacional", preferiblemente lo más cerca de su hogar que sea posible".
Para ello, vio necesario que tengan éxito tanto la reunión prevista en Budapest sobre migración como la cumbre europea convocada para noviembre en La Valeta para tratar en profundidad este asunto.
Tusk indicó que acaba de regresar de un viaje a los Balcanes y que considera necesario "acelerar" las políticas de ampliación relacionadas con la inmigración y el asilo, de manera "que estos países tengan una infraestructura mejor" para enfrentarse a ese fenómeno.
"Necesitamos nuevas alianzas estratégicas en nuestra vecindad sobre migración y asilo", concluyó, y vio necesario revitalizar los vínculos con Turquía para tratar éste y otros asuntos.
Tusk afirmó que "la inseguridad y la decadencia económica" de países vecinos a la UE como Siria o Irak empujan a estas personas a migrar, y consideró que "la capacidad limitada" de la UE para estabilizar esa situación "no sólo es resultado de defectos de la política europea de vecindad", sino de que la región se enfrenta a "amenazas sin precedentes" como el grupo terrorista Estado Islámico.
El político polaco apuntó asimismo que "los Estados del Golfo podrían hacer más para ayudar a estabilizar la situación de los refugiados", un asunto que aseguró que volverá a abordar en la Asamblea General de la ONU este mes.