Estambul/bruselas - El Consejo del Atlántico Norte, el principal órgano de toma de decisiones de la OTAN, mostró ayer su “fuerte solidaridad” con Turquía y dio su respaldo a este aliado en su lucha contra el terrorismo en Irak y Siria.
Y, como en un partido de tenis, Siria le ha devuelto la pelota a Turquía: la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora siria, instó ayer a la OTAN a que imponga “una zona de seguridad” en el norte del territorio sirio, tal y como propuso Turquía el lunes. Esa área sería “un primer paso importante para garantizar la protección de los civiles en todo el país”, dijo el presidente de la CNFROS, Jaled Joya, en un comunicado. A su juicio, la zona de seguridad contribuiría a “proteger a los civiles del terror del Estado Islámico (EI) y de los bombardeos indiscriminados del régimen de (Bachar) Al Asad, el mayor asesino de civiles sirios”.
La OTAN afirmó ayer que “la seguridad de la Alianza es indivisible, mantenemos fuerte solidaridad con Turquía”. Así lo expresaron los embajadores de los países aliados al término de su sesión extraordinaria, convocada a petición de Turquía para informar de los últimos ataques terroristas que ha registrado y de sus acciones contra bases kurdas en Irak y el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria. Los países miembros de la Alianza Atlántica dejaron claro que el terrorismo supone “una amenaza directa a la seguridad de los países de la OTAN y a la estabilidad y prosperidad internacionales”.
Por su parte, el ministro de Defensa español, Pedro Morenés, afirmó ayer que el EI debe comprender que no sólo se enfrenta a un país, sino que lo hace contra “un mundo que quiere vivir en paz, estabilidad, progreso, democracia y valores que todos compartimos”. Morenés hizo esta afirmación en Bamako, donde ayer presidió el relevo de la misión europea en Malí, al ser preguntado por la reunión extraordinaria del Consejo del Atlántico Norte en Bruselas. El titular de Defensa destacó que se ha tomado la decisión de hacer un seguimiento “muy cercano” de la situación en Turquía y en su frontera con Siria. En su opinión, es una “magnífica noticia” que el mayor número posible de países asuma como suya la lucha contra Daesh, que es “la regresión absoluta de todo lo que hemos estado desarrollando a lo largo de los últimos siglos”.
“Es una amenaza global que no conoce fronteras, nacionalidad o religión, un desafío que la comunidad internacional debe combatir y afrontar junta”, añadieron los aliados de la OTAN en un comunicado conjunto. “La Alianza está ayudando a países afectados por el terrorismo a defenderse a sí mismos”, declaró en una rueda de prensa al término de la reunión el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien recordó que, aunque la organización no participa como tal en la coalición internacional que combate al EI, “todos los aliados forman parte y contribuyen” a ella.
país dividido Entre acusaciones de golpe de Estado y peticiones de retirar la inmunidad parlamentaria a los diputados de la izquierda kurda por su supuesto apoyo a la guerrilla del PKK, el escenario político de Turquía está más dividido que nunca.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, elevó el tono en una conferencia de prensa, poco antes de partir hacia China, al invocar la “sangre” de los policías y militares caídos en los últimos días bajo las balas del grupo armado Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK). “La República de Turquía tiene derecho a pedir cuentas por la sangre de nuestros mártires a todos los así llamados políticos, los así llamados intelectuales, las así llamadas asociaciones de la sociedad civil”, clamó el presidente.
Con más de 1.050 personas detenidas desde el viernes, la mayoría del ámbito de la izquierda kurda, esta amenaza hace presagiar mayor presión policial a gran escala. Además, exigió Erdogan, “se deberían tomar las medidas necesarias contra varias personas del Parlamento y se debería levantar su inmunidad parlamentaria por su respaldo al terrorismo”, en alusión a los diputados del HDP, el partido de la izquierda prokurda.
El copresidente del HDP, Selahattin Demirtas, recogió el guante y prometió presentar hoy mismo una iniciativa parlamentaria para levantar la inmunidad de sus 80 diputados. “Si no tenéis miedo, levantad también vuestra inmunidad”, subió la apuesta en alusión probablemente al partido de Erdogan, el islamista AKP. Además, Demirtas acusó a Erdogan de haber llevado a cabo un “golpe de Estado”, al arrastrar el país a una guerra de dos frentes, contra la guerrilla kurda en el sureste y contra el grupo yihadista EI.